Anais y Jaime, creadores y apasionados por el arte; muestran técnicas y sapiencia

Son gestores culturales y restauradores de bienes muebles en la entidad. Uno de los trabajos más importantes fue la pintura de la Sacristía del Carmen, de ahí aprendió a elaborar bastidores profesionales con la reglamentación solicitada por el INAH

Alejandra Ruiz | El Sol de San Luis

  · domingo 20 de septiembre de 2020

Alejandra Ruiz | El Sol de San Luis

Hoy en día elaboran lienzos y bastidores para pinturas, además cuentan con una galería y talleres de arte, publican libros de poesía y catálogos de obra propia, como pinturas, grabados, serigrafías y esculturas

La creatividad y el arte se pusieron de manifiesto ahora más que nunca con el aislamiento obligado por la propagación del virus Covid-19. Este fenómeno vino a retar a gran cantidad de personas a explorar sus habilidades en diversas áreas creativas, como lo es el dibujo y la pintura.

Anais Vargas Medina, creadora y Jaime Galán, poeta y restaurador, quienes al mismo tiempo se dedican a la elaboración de lienzos y bastidores profesionales platican en exclusiva para El Sol de San Luis, sobre su oficio, la demanda y la complejidad que les requiere el conocimiento para elaborar soportes de tela, tema que hasta el momento ha pasado casi inadvertido dentro del mundo académico del arte.

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Jaime Galán ha dedicado gran parte de su vida a la restauración de bienes muebles en la entidad. Algunos de sus trabajos los ha realizado al interior de la Catedral Potosina, Palacio Municipal, la iglesia de Santa María, Mexquitic y otras más del interior del Estado, restaurando esculturas y principalmente pinturas antiguas de gran formato. De igual forma Anais Vargas es creadora y la mayor parte de su vida la ha dedicado a la gestión cultural de San Luis Potosí.

Uno de los trabajos más importantes de restauración que realizó Jaime Galán fue la pintura de la Sacristía del Carmen, la cual mide 650 cm x 550 cm, labor que le requirió realizar un nuevo bastidor; gracias a éste y otros trabajos más, aprendió a elaborar bastidores profesionales, pues éstos debían cumplir con toda la reglamentación solicitada por INAH.

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“Esporádicamente elaboraba marcos y bastidores para amigos que se los solicitaban, pero afortunadamente recién decidió dedicarle más tiempo a este oficio para brindar material de buena calidad a quienes se dedican al mismo campo artístico que nos apasiona”, expresó Anais.

Así es como Anaís y Jaime comenzaron su negocio, donde elaboran marcos y bastidores para pintura. También cuentan con una galería y talleres de arte, publican libros de poesía y catálogos de obra propia como pinturas, grabados, serigrafías y esculturas. Todo esto sucede en la casa del artista Jaime Galán, con quién Anaís lleva años haciendo mancuerna; “Iniciamos con la construcción de los talleres en la azotea de su casa, espacios construidos con material de reciclaje y elementos donados por amigos -otra de nuestras pasiones-, la construcción y remodelación de espacios”, enfatizó Anaís.

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Respecto a la elaboración de soportes pictóricos que es donde tienen mayor cantidad de pedidos, subrayaron la importancia que radica en todo creador artístico de tener el cuidado necesario para utilizar materiales de buena calidad y buscar ser cada día más profesional en este aspecto, un punto que cuenta mucho al entrar al mercado del arte.

Por ello, elegir el material idóneo y correcto requiere buscar a la persona adecuada que pueda elaborarlo. Situación que hoy día se ha visto más demandada ya que con el pasar de los días son más las personas que buscan adentrarse en el mundo profesional de la expresión artística de la pintura.

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“Agradecemos que nos haya sido rentable este tipo de negocio, el área de venta es muy específica y creo que influye el hecho de que ambos nos dedicamos también a la creación artística. Conocemos a varios colegas y sabemos de nuestras necesidades, las compartimos, así que tratamos de ofrecer siempre la mejor calidad, y a un precio justo y accesible. No sólo a los grandes conocedores sino también a todo aquel que desea iniciar en el mundo de la creación pictórica”.

Antes, según refiere Anaís era un poco más difícil tratar de vender este tipo de soportes, pero desde que inició la pandemia la solicitud de este tipo de lienzo para pintura se ha convertido en una gran demanda. “Afortunadamente ha acrecentando el número de clientela, debido a la pandemia y a las recomendaciones por nuestro trabajo”.

Pero insisten que normalmente el realizar este tipo de trabajo y comercializarlo es difícil, puesto que está dirigido hacia un área específica tan compleja como el mismo arte.

Y como toda profesión hay retos a los cuales se tienen que enfrentar en la fabricación de este tipo de soportes, que con el tiempo y el aislamiento sugerido han tenido una gran consumo.

“Los mayores retos han sido en elaborar grandes formatos. En los marcos, por ejemplo, se debe analizar su estructura en relación al peso del vidrio, éste cuenta bastante, incluso para colocar los puntos de dónde será colgado. Y en los bastidores, analizar los puntos de mayor tensión de la estructura al montar la tela, y respecto al lienzo, sacar sus puntos de tensión para que su montaje sea parejo y lo más tenso posible, sin llegar a deformar la estructura del bastidor”.

Actualmente debido a la gran solicitud de este tipo de material artístico, Anais y Jaime han puesto de manifiesto la gran factura que maneja su trabajo, en el cual es evidente la gran cantidad de técnicas y materiales que conocen.

“Los materiales que utilizamos son madera (diferentes tipos), aluminio y perfil tubular. El tiempo que empleamos para cada trabajo depende de su complejidad, pero la mayoría requieren días para hacerlos según el tamaño. El proceso empieza desde la selección de la madera, su corte, lijado, ensamble, lijado final, montaje de tela, imprimatura y vista de acabado”. Respecto a los marcos realizan diferente tipos de trabajos, con diversa cantidad de materiales que van desde los elaborados con resina, hasta con la madera más fina, lisos o con talla tratando de emular un poco el estilo barroco.

Para esta compleja labor no solamente se necesita el amor por el arte y ciertos conocimientos en técnicas, sino también una vasta sapiencia en la carpintería y materiales, dureza, tensión, y fijación de lienzos.

Antiguamente los soportes para pinturas requerían un tipo de elaboración más compleja. En el siglo XV algunos de ellos eran elaborados con tela de lino o en rígidas tablas, posterior a eso se fueron realizando con telas más finas según los pigmentos que utilizara el artista. También se sabe que hasta los procesos de hechura eran considerados secretos, con el tiempo todo esto se fue transformando, ahora muchos artistas y amantes de la pintura, optan por comprar este tipo de aditamentos decorativos elaborados en serie.

Es por ello que el trabajo de Anaís y Jaime es distintivo, porque tratan de emular el proceso de fabricación que antiguamente utilizaban los grandes maestros del arte.

“Nosotros realizamos dos tipos de bastidores. Uno es el fijo que se encuentra comúnmente en las tiendas de arte, va armado con pegamento y clavos, lleva sus travesaños correspondientes en proporción al tamaño.

Otro es el bastidor machihembrado, difícil de conseguir. “Se arma por ensamble, no lleva adhesivo o clavos, lo que permite que tenga movimiento para el mismo que requiere la tela de acuerdo a su comportamiento por el clima y el tiempo; es común que al paso del tiempo la tela pierda tensión sobre el bastidor y se empiece a ver algo colgada, con este bastidor se puede volver a tensar sólo golpeando unas maderitas (cuñas) que lleva en las esquinas, el bastidor se agranda lo necesario para tensar la tela”.

“Todos los trabajos de grandes dimensiones llevan un alto grado de complejidad, y un error en ello se ve reflejado altamente como merma”, exclamaron.

Si bien los bastidores fijos comerciales se están vendiendo con mejor calidad, aún tienen detalles por corregir que son importantes, siendo la imprimatura (el preparado de la superficie) el más significante, pues la mayoría de ellos emplean pintura vinílica-acrílica lo cual no es correcto. Lo necesario es elaborarlos con imprimatura de gesso (sustancia aglutinante que contiene yeso, tiza y pigmento) para una mayor conservación de la obra ya que es lo más idóneo para la venta de una pintura en el mercado cultural, técnica que emplean Anais y Jaime en los soportes que realizan.

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Ciertamente la elaboración de bastidores y marcos es compleja pero estos dos creadores, están satisfechos de poder brindarle sus servicios cada vez más a personas que descubren su interés por crear y sumergirse al mundo del arte, “Conocer a más personas que comparten el gusto por el arte es una gran satisfacción. También saber de su obra, intereses, necesidades es una motivante. Pero como en todo trabajo donde se presentan nuevos retos; más experiencia y conocimiento, y eso es lo que más amamos”, finalizaron.

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