Ana Isabel, lucha por lograr licenciatura en música

Ana Isabel busca alcanzar su máximo sueño vivir para la música

Patricia Azuara

  · jueves 9 de agosto de 2018

Su nombre es Ana Isabel Alvarado Barbosa, y con tan solo 19 años lucha incansablemente por alcanzar su máximo sueño: estudiar la Licenciatura en Música Antigua.

Desde que supo que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aperturó dicha carrera, se propuso recaudar los 70 mil pesos que requiere para comprar una viola da gamba, ya que, sin este instrumento, no podrá ingresar a la facultad.

Acompañada de su violonchelo, Isabel acude todas las mañanas cerca de la Plaza de Armas en esta ciudad, y durante horas interpreta diversas melodías. Ella les recomendó a los jóvenes “encontrar un sueño y darle un camino”.

Iniciar la Licenciatura en Música Antigua con especialidad en viola da gamba, es la meta que la adolescente tiene para el próximo año, ya que la falta de recursos detuvo, por el momento, su gran ilusión, relató al Sol de San Luis.

Su pasión por la música comenzó desde que era muy pequeña. Y lo mismo le da tener en sus manos una guitarra o un chelo; una mandolina o un ukelele; en la calle o en un gran escenario… ella solo quiere hacer lo que más ama en la vida: hacer melodías.

“Tengo muchos planes, pero no sé cuándo podré verlos cristalizados, ahorita se que me va tomar mucho tiempo estudiar, la carrera de música, casi nadie lo sabe pero son de ocho a diez años. Mientras pueda hacer música, no me importa nada más”.

Desde que tenía ocho años comenzó su travesía por este difícil camino; luego de estar en algunas academias de la ciudad, ingresó al Conservatorio de Las Rosas en Morelia Michoacán, además también formó parte de la Orquesta Esperanza Azteca y realizó diversos estudios en el Instituto Potosino de Bellas Artes.

Platicó que el año pasado audicionó y obtuvo un lugar en el Instituto Superior de Música en Puebla, en donde continuó con sus estudios en el ramo clásico, pero su verdadero sueño, es especializarse en música antigua.

Esta carrera no se impartía en ninguna escuela del país, comentó, pero este año se abrió la primera generación en la UNAM, a donde pretende ingresar, tan pronto recaude los 70 mil pesos que requiere.

“Desde niña comencé a tocar, no porque me atrajera un instrumento, sino porque me atraía la música. No sé cuándo decidí ser musico, simplemente lo sabía, yo no recuerdo alguna pensar en que iba a ser de grande, de ante mano sabía que me iba a dedicar a la música”.