La legalización de vehículos de procedencia extranjera generará pérdidas económicas para vendedores de autos, armadoras e incluso para las autoridades, señaló Eugenio Robles Alvarado, empresario del sector y ex presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Este fin de semana el Presidente de la República firmó el decreto mediante el cual se da paso a la legalización de vehículos de procedencia extranjera en estados de la frontera norte del país; al respecto, Robles Alvarado indicó que el internamiento de este tipo de unidades ya ha generado un impacto económico en el país, pues representa una fuga de divisas que se han ido al extranjero.
Sin embargo la legalización traerá otro impacto más, pues afectará "a todo mundo: vendedores de autos nuevos, seminuevos, plantas (automotrices), el mismo gobierno"; explicó que los comercializadores se verían afectados con una disminución en el precio de los vehículos, lo que causará pérdida de empleos, mientras que para el gobierno disminuirá la captación de impuestos.
Manifestó que por ahora no se puede estimar el valor de las pérdidas económicas, puesto que no se sabe cuántos vehículos serán legalizados, "no sabemos si un millón y medio es el número correcto, es lo que ellos estiman, en San Luis Potosí se estiman 300 mil unidades".
Reconoció que para algunas personas, este tipo de vehículos son la única opción, sin embargo destacó que a final de cuentas "lo que va a comprar es un dolor de cabeza" ya que se trata de autos que en Estados Unidos ya estaban destinados a ir a una fundidora, por lo que en el corto o mediano plazo van a presentar fallas en las partes mecánicas, además de que son contaminantes, "la realidad es que están mandado basura (de Estados Unidos)".
El empresario recordó que el Tratado de Libre Comercio firmado en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, ya tenía un apartado en el que se establecieron las condiciones para la importación de vehículos, de manera que éstos sean seguros no sólo para quien los conduce, sino también para el resto de la población, sin embargo no se han respetado estas reglas y se han internado al país todo tipo de vehículos.
En ese sentido, mencionó que ahora que ya hay más de un millón de "autos chocolate" en el país "más vale" legalizarlos para tener un censo de las unidades que circulan en territorio nacional, y si se comete un ilícito a bordo de ellos, saber quién es el responsable del vehículo, aunque a la par de la legalización, tendría que frenarse el ingreso irregular de coches en las aduanas.