Siempre con la advertencia de que serán retirados o reubicados, que nunca sucede, comerciantes informales parecen haberse multiplicado en los pocos espacios que quedan en los alrededores del crucero de la avenida Reforma y Eje Vial.
La vía deja de ser pública, ante las incomodidades que causan a transeúntes que tienen que sortear los puestos, carritos, triciclos o estructuras para poder transitar o entrometerse entre ellos para poder bajar la banqueta y abordar alguna unidad de transporte urbano que tienen ahí sus paradas.
Los comerciantes establecidos también se quejan, porque tapan las fachadas de sus establecimientos, que quedan escondidos entre mantas y estructuras, muchas de las cuales son dejadas en sus sitios día y noche, a pesar que está prohibido hacerlo.
También causan caos vehicular en ciertas horas del día, debido a que estacionan sus camionetas lo más cerca de su área de trabajo, a veces en doble fila o en zonas donde está prohibido, para descargar mercancías.
La autoridad municipal calcula que son “alrededor” de 150 comerciantes, algunos independientes pero la mayoría pertenecientes a organizaciones sociales, los que operan en Eje Vial, desde Reforma y hasta Juan Sarabia y en Reforma, desde la explanada de los “huaracheros” y hasta Eje Vial.
Cada administración municipal ha amenazado con retirar todos esos puestos callejeros. Inclusive, en una hasta se acarició la posibilidad de dotarlos de estructuras uniformes “para una mejor presentación”; el proyecto no se llevó a la práctica.