Altares de Dolores en SLP: ¿cuáles y cuántos elementos los componen?

El Rector de Catedral explicó que es una tradición de la capital potosina, “justamente se coloca en este día, que se conoce como Viernes de Dolores, una semana antes del Viernes Santo”

Emanuel Landeros / El Sol de San Luis

  · viernes 22 de marzo de 2024

Cortesía Gobierno del Estado

Como parte de la tradición católica, pero también de la cultura de San Luis Potosí, este viernes fueron inaugurados diversos altares de dolores, algunos en plazas públicas y otros en edificios emblemáticos, como Palacio de Gobierno y el Teatro de la Paz.

En entrevista con El Sol de San Luis, el Rector de Catedral, Francisco Javier Espinosa, explicó que el Altar de Dolores es una gran tradición de nuestra capital potosina, “que justamente se coloca en este día, que se conoce como Viernes de Dolores, una semana antes del Viernes Santo; de ahí el nombre del altar”.

En el sagrario que fue instalado en el jardín de San Francisco, el presbítero indicó que el Viernes de Dolores “es un día donde se contempla especialmente la imagen o la figura de la de la virgen María en la virgen dolorosa; por eso justamente la centralidad del Altar de Dolores es la virgen, ya que en el centro siempre tiene que estar ella”.

Cortesía Gobierno del Estado

El altar tiene varios elementos indispensables, en primer lugar la imagen de la virgen María de los Dolores, insistió, y en ella encontramos regularmente una espada en el corazón, aunque a veces son siete espadas; que se refieren a la profecía que Simeón le hizo en la ocasión que presentaron al Niño Jesús en el templo, donde advirtió que este niño había sido puesto como ruina y exaltación de muchos en Israel, también como signo de contradicción, y ahí el profeta le dijo a la virgen: “una espada te atravesará el alma” refiriéndose a la pasión, que celebramos justamente la próxima semana.

De ahí el elemento de siete puñales o dagas, reiteró, también haciendo eco de aquello que dice el evangelista San Lucas “que la virgen María meditaba todas las cosas en su corazón, incluidas las alegrías pero también los dolores”.

Añadió que pueden encontrarse otros elementos en el altar, como algunos signos de la pasión de Cristo, entre ellos la corona de espinas, la lanza, los clavos y la cruz misma, que nos refieren también la pasión.

Finalmente, Javier Espinosa observó que, ya dentro de una tradición más popular, “se suele poner agua de sabores, que algunos dicen que significan las lágrimas que la virgen derramó justamente a causa de la muerte de su hijo; estos son algunos de los elementos que obviamente van variando de acuerdo a la tradición familiar, del templo o iglesia”.