Alma Rosa: 25 años vendiendo gorditas en las calles capitalinas

Con más de 25 años en el negocio de las gorditas de nata, la señora Alma, como mejor la conocen, dice que no ha sido fácil mantenerse vigente

Manuel García García / El Sol de San Luis

  · miércoles 16 de octubre de 2024

Cristian Robledo / El Sol de San Luis

Al caminar por la avenida Constitución, casi esquina con la calle Vicente Guerrero, es muy común escuchar a la señora Alma Rosa del Ángel de la Vega gritando a los transeúntes: ¡gorditas, gorditas! ¿va a llevar sus gorditas de nata?.

Con más de 25 años en el negocio, la señora Alma, como mejor la conocen, dice que no ha sido fácil mantenerse vigente, “tanto tiempo aquí que ya hasta perdí la cuenta, todo ha pasado muy rápido, siempre presentes sin importar el frío, el aire, el calor, el ruido en la calle, para mí es un reto salir adelante, somos personas con muchas necesidades, a los comerciantes nos afectó mucho la pandemia, las ventas bajaron y hasta la fecha no nos hemos podido recuperar, por eso trabajamos duro aquí, para seguir en el negocio”.

Cristian Robledo / El Sol de San Luis

Yo quedé sola hace muchos años y tuve que salir adelante, mantener a mi familia a base de este y más trabajos, pero aquí estamos, somos personas que tenemos una lucha muy fuerte”, aseguró Alma Rosa con entereza.

Aunque también reconoce que hay muchas cosas agradables “lo más grato es convivir con la gente que pasa, los estudiantes, maestros y más personas que me saludan, ya nos acostumbramos a estar en la vía pública, es como nuestro segundo hogar pues llegamos desde la mañana hasta que anochece”.

Respecto a su salud, Alma dijo que tiene que ir cotidianamente a consulta a la clínica 50 del Seguro Social, pues ha padecido cáncer de mama y le han hecho 4 intervenciones, es una mujer de lucha constante y no se rinde “sigo con mis tratamientos y en los más recientes resultados me dijeron que todo iba bien”, además cuenta que debido a la contaminación y estar tanto tiempo en la calle le dañó la vista “tenía una retina mala y tuvieron que operarme un ojo, gracias a Dios todo se solucionó y aquí estamos y espero seguir unos años más”, externó con una sonrisa.

Cristian Robledo / El Sol de San Luis

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También habló sobre el tema de la seguridad y dijo que ha tenido que lidiar con diversas situaciones, como personas en situación de calle, drogadictos o alcoholizados que se sientan o recuestan cerca de su puesto y estar al pendiente de algún sospechoso, pues ya ha sido víctima de ladrones, “hay gente que sí se descuida uno, lo roban, recuerdo que en una ocasión llegué y me instalé, fui a lavarme las manos para comenzar a trabajar, pues la higiene es primero, y cuándo regresé ¡ya se habían llevado todo mi material!, eran dos charolas, 100 gorditas y ¡hasta con la plancha cargaron!, fui a poner una denuncia y policías me llevaron a recorrer la ciudad, pero no tuvimos suerte, a partir de ahí ya tenemos más cuidado, hay que traer y retirar lo que traemos para trabajar. En otras ocasiones me han robado los tanques de gas, suéteres, chamarras y ¡hasta cubrebocas!, por eso mejor siempre lo traigo puesto, para que no me lo quiten”, dijo bromeando Alma.

Cristian Robledo / El Sol de San Luis

Por otro lado comentó que hay que pagar derecho de piso por tener un espacio, “en la administración de Nava no nos cobraron, pero en la actual nos llamaron y dijeron que sí tenemos que pagar, solo que esperan arreglar papelería y nos dirán cuánto, de enero a la julio me pedían 2 mil pesos, pero cómo ahora será para mediados de octubre seguramente será más, lamentablemente las ventas son bajas y voy a batallar”.

Y recordó una de sus anécdotas, “en diciembre del año pasado, vino una familia que radica en Estados Unidos, ellos son de aquí, pero viven allá y me pidieron 50 paquetes de gorditas crudas, para llevárselas y espero que este año regresen”.

Cristian Robledo / El Sol de San Luis

Por último Alma Rosa dice que seguirá trabajando, “lo he hecho durante muchos años y espero que Dios me dé licencia de hacerlo más tiempo, me siento fuerte y quiero seguir otra temporadita, tres o cuatro años más, aunque también busco quien se quede en mi lugar y el negocio siga”.

Sí usted amigo lector no ha probado estas delicias, lo invitamos para que se acerque a Alma Rosa, compre sus gorditas de nata y le aseguro que le gustarán.