En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, (Ensanut) 2021, señala que 12 millones 400 mil personas padecen diabetes, una enfermedad crónica que puede ocasionar daños irreversibles en la vista, el riñón o la piel, y en este aspecto se refiere que de esa población afectada, una gran mayoría padece del pie diabético, la estadística apunta entre un 8 y 15 por ciento nacional.

Desde la delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, están alertando a la población de los 58 ayuntamientos para prevenir cualquier cualquier situación de este tipo. Hay que prestar atención a las señales y atender las recomendaciones del sector salud.

Llaman a mantener un control adecuado de la diabetes, presión arterial y colesterol, pues es fundamental para prevenir complicaciones que pueden derivar en el desarrollo de pie diabético.

El jefe de prestaciones médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí, Efraín Luna Barrios, advirtió que también el desarrollo de neuropatía periférica, enfermedad vascular periférica e inmunopatías son factores para presentar problemas en los pies de las personas que viven con diabetes, ya que tienen origen en complicaciones en los nervios y vasos sanguíneos a causa de mala circulación y falta de sensibilidad en extremidades inferiores.

Incluso las pequeñas heridas se pueden convertir en infecciones serias en pocos días “la disminución de la sensibilidad en el pie conocida como neuropatía diabética, hace que las heridas puedan llegar a convertirse en úlceras graves y derivar en posibles amputaciones de los dedos o, en casos extremos, del pie”.

Los signos y síntomas de un paciente con pie diabético varían en función de las complicaciones que presentan, y se pueden clasificar en lesiones diabéticas leves, es decir, aquellas lesiones superficiales, sin celulitis ni afectación ósea, moderadas que se caracterizan por ser lesiones profundas con posible afectación ósea y celulitis periférica; y severas, donde las lesiones son profundas con afectación articular y ósea, secreción purulenta, con más de 2 centímetros periféricos de celulitis y probable cuadro sistémico.

Para prevenir la aparición de este tipo de heridas, se recomienda tener el adecuado control de la glucosa, apegándose al tratamiento médico prescrito, cuidando su alimentación, realizando actividad física y uso adecuado de calzado.

El calzado deberá ser de piel, con punta redonda o cuadrada, horma y suela de goma flexible con un tacón de entre 1 y 3 centímetros.

Además, deben realizar aseo diario de los pies y secarlos perfectamente, aplicar talco si hay sudoración, mantenerlos bien humectados sin dejar agua ni residuos entre los dedos, cortar las uñas en forma recta, utilizar calcetines de algodón y sin costuras; así como evitar caminar descalzo.