Del 2000 al 2012, la salmonelosis era una de las primeras ocho enfermedades de origen hídrico con mayor morbilidad en el país, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, SINAVE. En los Servicios Estatales de Salud durante el 2017 se tuvo una prevalencia de 96 casos sólo en el primer trimestre del año pasado, que no se comparan a los 111 que se han diagnosticado en este 2018.
Esta enfermedad, es un tipo de intoxicación alimentaria causada por la bacteria salmonela. Las bacterias generalmente viven en los intestinos de los animales y humanos, y se expulsan a través de las heces.
Su aparición usualmente está relacionada con comer carne cruda o poco cocida, aves, huevos o productos de huevo. El período de incubación oscila entre varias horas a dos días, por lo que los síntomas de la salmonelosis generalmente comienzan al cabo de las 8 a 72 horas. La mayoría de las infecciones por salmonela pueden ser clasificadas como gastroenteritis.
Sus posibles signos y síntomas incluyen, náuseas y vómitos, dolor abdominal, diarrea, fiebre y escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares como mialgia, sangre en las heces, mismos que duran de cuatro a siete días, aunque puede tomar varios meses para que sus intestinos vuelvan a la normalidad.
Si la diarrea severa está presente, la persona puede requerir hospitalización debido a la deshidratación y en algunos casos, la intoxicación alimentaria por esta bacteria puede resultar en complicaciones graves, o potencialmente mortales, tales como deshidratación severa y síndrome de Reiter.
Algunas variedades de bacteria de la salmonela dan como resultado la fiebre tifoidea, una enfermedad a veces mortal que es más común en los países en desarrollo.
La confirmación de intoxicación de la salmonela se lleva a cabo mediante el cultivo de una muestra de heces del individuo sospechoso en un laboratorio. Una vez detectada se gestan más pruebas para clasificarlas de acuerdo a su tipo con el fin de determinar el tipo de medicamentos que necesitan ser administrados.
Entre las investigaciones rutinarias, se encuentra un conteo sanguíneo completo y una ecografía del abdomen, también se pueden pedir para descartar cualquier otra patología y también para decidir sobre el tratamiento que necesitan ser administrados.
Cabe añadir, que debido a su posibilidad de recuperación, los adultos sanos pueden llevar la enfermedad sin tratamiento médico, aunque en los casos severos pueden requerir hospitalización y líquidos inyectados directamente por vía intravenosa.
Además, el médico puede recomendar, antidiarréicos, loperamida que ayuda a aliviar los cólicos, pero también pueden prolongar la diarrea asociada con la infección por salmonela. También se dan antibióticos, en caso de que el médico sospeche que la bacteria ha entrado en el torrente sanguíneo.