María Rosalba Ortiz, una madre soltera “en los tiempos en que había mucha discriminación”, se esforzó en conseguir un trabajo, pero al ver que las puertas le eran cerradas por su condición se aventuró a iniciar una modesta cocina económica. Al fin y al cabo, sus familiares siempre le halagaban su sazón.
Hoy, relata, su independencia laboral le permitió alcanzar varias metas, y estar orgullosa de que su hija alcanzara una carrera universitaria.
Actualmente, puede presumir el apoyo gubernamental que recibió, de ser una de las 79 beneficiarias del programa “Sumando esfuerzos y Voluntades por San Luis Potosí”, para el autoempleo y emprendimiento, del que se enteró a través de medios de comunicación. “Me enteré que había un recurso que estaban dando; fui a preguntar y tuve un trato tan amable, no me desesperé, aunque es un proceso tardado”.
Agradeció al Gobierno del estado y al Ayuntamiento de la capital. “Muchas gracias por estos proyectos, es un gran apoyo, no dejen de darlos porque hay mucha gente que lo necesita".
María Rosalba cree que ahora, más que antes, está decidida a seguir adelante “Mi hija me dice que ya deje de trabajar, pero tengo ganas, todavía tengo esas ganas de seguir trabajando y hacer lo que me gusta; además, tengo dos nietos que son mi motor…”.
Otra beneficiada es Silvia Hernández, quien buscó y buscó empleo, pero tuvo la oportunidad de iniciar un negocio por su cuenta, de dulces tradicionales. Inclusive, tomó un curso “del que aprendí muchas cosas”.
Hoy, y con el apoyo oficial con maquinaria especializada, elabora pulpas de tamarindo las llamadas “glorias”, entre muchas otras golosinas típicas, y mantiene la visión de en el futuro contar con una gran empresa, con ayudantes y socios.
El fondo económico para el programa “Sumando esfuerzos y Voluntades por San Luis Potosí”, generó apoyos en maquinaria y equipo a proyectos productivos de emprendedores y para la realización de dos talleres de capacitación en “Bisutería” y “Elaboración de dulces típicos” a 50 personas que recibieron sus constancias y un apoyo económico de dos mil 400 pesos cada una.
Cabe citar que al cabo de un año si el equipo que se les proporcionó sigue funcionando para el negocio, se les da en propiedad.