En promedio se registran al año, 63 mil casos de varicela, en todos los grupos de edad, siendo los más afectados el de las niñas y niños de uno a catorce años, en quienes se concentra el 63.2 por ciento, es decir 39 mil 878 de los reportes efectuados a los sistemas de vigilancia epidemiológica. En guarderías institucionales, esta enfermedad ocasiona cerca del 80 por ciento del total de brotes notificados.
La varicela es una enfermedad viral aguda que suele ser contagiosa y que se presenta generalmente en la edad escolar, por lo que en el regreso a clases se debe poner atención en la salud de los menores y visitar al médico cuando se conozca de algún caso al interior del aula.
En cuanto a la presentación clínica del padecimiento, hay tres etapas, la primera de ellas aparece con un cuadro gripal con dolor de cabeza, malestar general y fiebre, la segunda, con la aparición de máculas o pequeñas ronchas que evolucionan a vesículas con líquido, en la tercera, éstas se rompen y forman una úlcera que cicatriza y crea una costra que se desprende por sí sola al paso del tiempo.
Según la División de Prevención y Detección de Enfermedades del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, el salpullido empieza en forma de pequeñas manchas rojas ligeramente elevadas, y que suelen presentarse primero en la cabeza y en la espalda, para extenderse por todo el cuerpo.
Una vez que una persona se ha contagiado y presenta los primeros síntomas, pueden pasar entre 5 y 15 días para que aparezca la erupción y que el desarrollo de la infección hasta su conclusión, toma alrededor de otros diez días más, por lo que la enfermedad llega a extenderse aproximadamente 30 días hasta desaparecer.
Se recomendó contar con un diagnóstico certero de la enfermedad emitido por un médico, es muy importante no rascarse para prevenir que las vesículas se infecten, mantener las manos y uñas limpias y evitar el contacto con mujeres embarazadas para controlar el contagio. La enfermedad se puede transmitir por tos o estornudos, por contacto directo con la piel, por saliva o por contacto con superficies contaminadas y en el caso de la mujer en periodo de gestación a su bebé durante el parto.
El tratamiento dijo, se basa en la atención a la comezón y el control de la temperatura y solo en casos que representen riesgo de alta complicación, con la prescripción de un antiviral.