Los incrementos de precio en productos de básicos y otros de demanda, como refrescos y frituras, no han parado desde que inició el año, lo que ha afectado la utilidad de pequeños comerciantes y, también, disminuido las ventas.
En recorrido por varias tiendas de abarrotes de las colonias San Luis y Popular, sus responsables señalaron que “casi a diario” los distribuidores les reportan que deben “ajustar” el precio de tal o cual mercancía.
Se trata de alzas de 50 centavos o de uno o dos pesos que, evidentemente, les son reclamados por los consumidores, cuando los responsables son los distribuidores “que alegan que es por los ajustes en la gasolina o por el gas y la luz”.
Simplemente, esta semana el papel higiénico en general y pañales aumentaron entre uno y 1.50 pesos, cuando apenas en enero pasado ya había resentido un ajuste, lo que ha obligado a consumidores a adquirir presentaciones más económicas o a comprar rollos “sueltos”.
Los refrescos, también registraron un alza a principios de año, en días pasados registró otro ajuste. Los cereales, las mayonesas, el aceite e inclusive el pan empaquetado, son otros productos que han sufrido aumentos de precio.
También el precio de los dulces y chicles -que suelen registrar de tres a cuatro ajustes al año- recién aumentó. En el caso de las frituras, también aumentan cada tres o cuatro meses.
De acuerdo con tenderos consultados, en algunos casos han tenido que suprimir la venta de ciertos productos que no son muy demandados, en busca de recuperar utilidades.