Decenas de familias han vivido entre la inmundicia en la colonia Pedroza, algunas por más de 50 años; gobiernos municipales y estatales pasan sin que alguno les haya resuelto el problema sanitario que enfrentan.
Este sábado, después de varios meses, finalmente se presentaron algunas precipitaciones en la ciudad, pero lo que son buenas noticias para el campo y el abasto de agua potable, es un problema para los habitantes de la calle Begonia en la colonia Pedroza, al norte de la Capital potosina.
Unos minutos de lluvia bastaron para hacer brotar aguas negras de las alcantarillas en la calle, pero también dentro de las viviendas, ya sea en los retretes o inclusive entre las piezas de vitropiso.
VISITA INÚTIL
El mes pasado, colonos que habitan en la calle Begonia solicitaron la presencia del organismo operador Interapas para que desazolvara el drenaje, que ya estaba colapsado; una cuadrilla hizo presencia pero solamente quitaron la tapa de una alcantarilla y retiraron lodo de la superficie.
Doña Ramona, quien vive en el lugar desde hace más de 50 años, tuvo un altercado con uno de los trabajadores, a quien le hizo ver que esa limpieza no bastaría, y el servidor público le reclamó que ella no era quién para darle órdenes e inclusive le pidió que dejaran de quejarse de este problema.
La prueba de que el trabajo fue insuficiente, es que escasos minutos de tormenta este sábado bastaron para que la calle volviera a inundarse con aguas negras y que también ingresara a las viviendas; algunas personas inclusive decidieron irse a pasar la noche a otro lugar, pues cuando esto ocurre, el agua no baja pronto y deben dormir entre los malos olores.
Cuando las lluvias comienzan, hay quienes deben pasar la noche en vela para verificar qué tanto sube el nivel del agua y tratar de salvar algunos artículos del hogar, "nuestras cosas ya se nos echaron a perder, recámaras, refrigeradores, ¿y quién nos lo repone? nadie, todo va a la basura... sillas, sillones, aquí la gente no tiene bonitos muebles porque siempre es el agua; está canijo para estar comprando".
Además, la presión del agua ha roto los pisos de algunas viviendas, "aquí nos revienta los pisos, brotan como si fueran fuentes, del piso, del baño...".
A CIEGAS
Doña Ramona explica que las familias llegaron a la colonia Pedroza sin saber lo que les esperaba, pues en aquel entonces no sabían que en la zona corrían aguas negras que utilizaban los ejidatarios para el riego de sus parcelas, inclusive hubo peleas que derivaron en la muerte de algunas personas.
Además, señala que en sus inicios la colonia no sufría inundaciones tan severas, irónicamente el problema surgió cuando pavimentaron las calles, y ha empeorado con el paso de los años, "desde que lo pusieron está peor, peor, y peor, sube mucho el agua".
Señala que hace años, un funcionario molesto por las quejas de los vecinos, les reprochó que hayan comprado viviendas ahí, a lo que ellos respondieron que si les compraba sus propiedades y les ofrecía casas en otro sitio, podrían irse.
Mudarse parece la opción más razonable, y las familias que han podido, lo han hecho, pero no todos tienen la suficiencia económica para comprar una propiedad en otro sitio, o de dejar el patrimonio que han construido con esfuerzo de años para irse a rentar.
Pese a este problema, hay un fraccionamiento en construcción que amenaza con agravar la situación, "ya que conecten su drenaje nos va a cargar la fregada", augura doña Ramona, quien además señala que en ese lugar solían desechar el lodo que queda después de cada inundación, mismo que es recolectado por un hombre al que el pagan los vecinos y que ahora ya no tendrá dónde depositarlo.
ATRAPADOS
Hace unos años, el problema de inundaciones con aguas negras afectaba las calles Alcatraz, Lirio y Begonia, pero las dos primeras vialidades ya fueron intervenidas, y aunque en Lirio todavía sube el nivel de agua, baja más pronto, mientras que en Begonia se forma una laguna con excremento y animales muertos que va desde la vivienda con el número 108 hasta el 140.
El agua sucia puede subir un metro o más, por lo que cuando esto pasa, las familias quedan "atrapadas" dentro de sus viviendas, "aunque traiga botas de hule el agua se mete, porque está muy alta (el nivel del agua)", además de que hay personas como ella y su esposo, que son diabéticos y no pueden arriesgarse a contraer una infección por caminar entre las aguas negras.
"Los enfermos hay que sacarlos cargados porque las ambulancias esperan hasta Alberto Pedroza o Prolongación Moctezuma o Josefa Ortiz de Domínguez, a los difuntos igual, la carroza espera hasta allá porque ¿cómo entran? no pueden"; de igual manera, los vehículos particulares no pueden circular por esta vialidad cuando está inundada.
PROBLEMAS DE SALUD
Vivir entre constantes inundaciones de aguas negras ha provocado afectaciones en la salud de los colonos, algunos han tenido problemas en la vista, otros del estómago, que han llegado incluso a casos de tifoidea, "aquí comemos entre olores, aquí dormimos, aquí respiramos tanto mugrero".
Además, denuncian que ya no hay atención por parte de las autoridades sanitarias, "antes daban bolitas de cloro, mandaban desinfectar en la orilla donde quedaban las plastas de lodo, pero ahora estamos en el olvido".
Los colonos también han sido culpados de generar las inundaciones por toda la basura que se llega a encontrar en las alcantarillas, que incluye colchones y televisores, sin embargo en este lugar desembocan las aguas de colonias aledañas, por lo que los desechos no son propiamente de la colonia Pedroza.
Las familias piden que si no hay una solución definitiva en el corto plazo, al menos se desazolven las seis alcantarillas que comprende el tramo que se inunda, con la esperanza de que así, el agua ya no ingrese a las casas, "ya estamos hartos de vivir siempre así".