Hasta un 30 por ciento podrían bajar las ventas de los locatarios establecidos en el mercado Hidalgo ahora que se ha prohibido el uso de bolsas y popotes de plástico en los negocios de la entidad potosina; principalmente a los establecimientos dedicados a la comercialización de frutas y verduras así como a las cocinas económicas les preocupa que se puedan ver afectados por esta nueva ley.
Al respecto el presidente de la Unión de Locatarios y Comerciantes de dicho centro de abasto, Carlos Alberto Franco Ibarra, manifestó que hay clientes que prefieren no consumir porque no les ofrecen bolsas para trasladar sus productos; ante esto algunos mercaderes han comenzado a solicitar a los usuarios que traigan consigo bolsas de ixtle o piola, las que antes usaban las amas de casa cuando hacían su mandado, o también las venden para ya no utilizar las de plástico.
“Sí se va a reflejar en nuestras ventas, porque la gente si uno no le da bolsa no compra, es cosa rara, aún así tienen conocimiento de esta ley que entrará en vigor los primeros días de enero y estarán más conscientes de que tiene que llevar su propia bolsa de mandado; sí nos va a bajar la venta en lo que la gente se acostumbra pero a grandes cantidades no”, expresó.
Señaló que la tarde de este martes se reunirían con los locatarios del mercado para abordar el tema y analizar la manera de salir adelante sin que se vean muy perjudicados; a pesar de que será difícil acostumbrarse a no utilizar un producto que es común en la vida diaria, indicó que buscarán cómo adaptarse y trabajar lo mejor que se pueda.
“Es como todo, tenemos que irnos adaptando y acoplando, al principio se va a poner difícil porque son tantos años y tantas generaciones utilizando bolsas, de la noche a la mañana nos quitan este producto que es muy esencial para todos los comercios, y a fin de cuentas si el cliente pide bolsa y no se la dan entonces éste no consume”, comentó.
Finalmente, el líder de los locatarios reconoció que el prohibir las bolsas y popotes de plástico es un logro para los ciudadanos y las futuras generaciones pues saben que estos dañan al medio ambiente, y confían que cuando entre vigor le nueva ley la gente ya sea más consciente de que esto es por un bien común.