Durante cuatro años, Adriana Godoy Guevara vivió albergada en el Centro de Justicia para Mujeres, luego de ser víctima de acoso sexual y violencia en su centro de trabajo: la Dirección de Prevención de la Secretaría de Seguridad Pública; este martes, después de una larga pelea, fue restituida en su puesto de trabajo y se convirtió en un precedente en la lucha para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Este 22 de diciembre la SSP dio cumplimiento al primer punto recomendatorio de la Recomendación 03/2019 emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en favor de Adriana Godoy, quien narró parte de lo que vivió, "fui víctima de acoso, de amenazas de muerte, es duro expresarlo pero es la realidad, llegó un día en que tuve que soportar más de tres horas encerrada en una oficina escuchando amenazas de muerte, es duro que te digan: sabemos dónde vives, quiénes son tus hijos y sabemos dónde están; nunca olvidaré que me exigían que declarara que estaba loca o que estaba drogada y que por esa razón denunciaba los hechos de los que fui víctima; ver cómo me seguían y llamaban a mis teléfonos amenazándome de muerte".
Y es que en 2016 denunció el acoso sexual que sufría por parte de su jefe inmediato, quien era Jefe de sección de Seguridad y Custodia, encargado de la Unidad de Armamento y Equipo de la Dirección General de Prevención; una vez que denunció e inició el proceso penal, también fue víctima de violencia institucional, pues la Ministerio Público que la representaba obstaculizaba el proceso, que aún sigue abierto.
Las amenazas que sufrió al denunciar, la hicieron vivir albergada por el CJM, por lo que además del desgaste económico, físico y emocional, su familia se vio desintegrada.
Este martes se dio el primer paso en la reparación del daño a Adriana y fue reinstalada en su puesto de trabajo, sin embargo su agresor aún trabaja en la SSP, en otra institución dependiente de la Secretaría, por lo que solicitó al titular de la dependencia Jaime Ernesto Pineda Arteaga, "que se dé seguimiento en asuntos internos, ya que el agresor ha seguido siendo beneficiado, creo que es importante la sanción para que vean que la justicia sí existe".
También denunció que "las mujeres que trabajan en el área de seguridad muchas veces son violentadas por sus jefes inmediatos, se les piden favores sexuales para ascender, para cambiar de adscripción, para moverse en una patrulla", y las invitó a que "no se callen, no vivan la mala experiencia que yo viví", y que lleven ante la justicia a su agresor.
En su caso, Pineda Arteaga destacó que "como servidores públicos tenemos la obligación de garantizar ambientes laborales sanos y de respeto a los derechos humanos", por lo que este acto de restitución a Adriana en su fuente de trabajo "es un mensaje de cero tolerancia al acoso sexual en esta Secretaría".