Adiós, buen pastor adiós auténtico amigo

Un hombre con alma de niño por su transparencia de corazón: Mons. Cabrero

Angélica Maldonado Morales | Fotos: Rolando Dimas

  · viernes 1 de junio de 2018

Archivo OEM | El Sol de San Luis

Imponente, sentida y conmovedora despedida se dio a Mons. Arturo Antonio Szymanski Ramírez, quien fuera el primer Arzobispo de San Luis Potosí, y quien le diera un hálito de alegría, caridad y dinamismo a la Iglesia Potosina a la cual sirvió con profundo amor, entrega generosa, diligencia y sabiduría.

A quien se ha denominado el “Obispo Conciliador” se le dio el último adiós con repique de campanas, aplausos y desde luego lágrimas que resbalaron de las mejillas de quienes lo consideraron su Padre, su Pastor, y auténtico amigo.

Su familia, Arzobispos, Obispos de diversas Diócesis, Sacerdotes en pleno, no sólo Diocesanos sino también de las diversas Órdenes Religiosas, entre ellos pudimos ver a Agustinos, Franciscanos, Maristas, Dominicos, Salesianos, Opus Dei, Discípulos de Jesús entre muchos otros, pues fue querido, admirado y respetado, no sólo por los de su misma grey o estirpe, sino más allá.

En la hermosa y arquitectónica Catedral metropolitana potosina y con la presencia del Cardenal, Don Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México Emérito y más de una veintena de Obispos que llegaron a tierra potosina, se despidió el cuerpo de quien fuera su gran amigo y con quien tuvieron muchas vivencias, experiencias positivas y trabajos fructíferos.

Mons. Szymanski quien hasta el pasado 29 de Mayo del 2018, fue un sobreviviente del Concilio Vaticano II y quien dejó un amplio legado espiritual para la Iglesia Potosina, fue homenajeado con aplausos, besos y caricias en su féretro, y con lágrimas que caían para decirle adiós a esa gran hombre recto, honesto, puro, transparente, de férrea disciplina, amigo de todos, hasta de los no creyentes, pues era tan grande su corazón para amar, que para todos tenía un espacio.

El Arzobispo de San Luis Potosí, tuvo el honor de presidir la solemne Misa Exequial, y de hacer los responsos en el momento en que fueron sus restos depositados en la parte inferior del presbiterio catedralicio, un lugar minúsculo, al que muchos no pudieron entrar, sólo familiares directos y las religiosas que lo cuidaron por más de 30 años.

El mandatario Estatal, Dr. Juan Manuel Carreras López, acompañado de su distinguida esposa, la Sra. Lorena Valle Rodríguez de Carreras, llegaron antes de las 11:00 AM para despedirse de quien fuera un líder espiritual, columna vertebral de la Iglesia Potosina, hombre de sabias decisiones y de prudente actuar. Sin duda San Luis Potosí perdió a un ser humano, un líder con toda la extensión de la palabra.

En su homilía el Arzobispo, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, leyó la bendición Papal que le llegó desde el Vaticano, para darle las condolencias a los potosinos, de manera especial a su familia, y haciendo una analogía del Antiguo y Nuevo Testamento, de los Evangelios y los Salmos, con la vida evangélica coherente que llevó Mons. Szymanski, dijo sin más que la muerte para él es una ganancia, pues recibe la plenitud de la vida eterna, ya contempla el rostro de Cristo bendito.

Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, vimos en él a un gran Pastor, Padre y Amigo, quien tenía alma de niño por su transparencia de corazón. Concluyó.

Como Arzobispo que fue, sobre su féretro se le puso el báculo, símbolo del buen Pastor, su mitra, símbolo de jerarca del pueblo santo de Dios, su casulla y estola, símbolo de su Sacerdocio, su solideo, símbolo de que fue “Sólo para Dios”, el Evangeliario, símbolo de que vivió y sirvió para predicar el Evangelio de Cristo y su cíngulo, símbolo de su castidad y de su donación en cuerpo y alma al Señor Dios, todopoderoso.

EN PAZ DESCANSE MONS. SZYMANSKI, EL AMIGO DE TODOS. TE EXTRAÑAREMOS AMIGO, CONSEJERO Y PADRE.

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