Acuerdan con inconformes para continuar el puente Coy en la Valles-Tamazunchale

A pesar de que no todos los pobladores de la región Pujal-Coy estaban inconformes con la construcción del puente sobre la vía que se rehabilita en la zona, se establecieron acuerdos que beneficiarán a la localidad y que permitieron la reanudación de los trabajos.

Para evitar que se llegara a tres semanas de interrupción de los trabajos se cumplió con algunas peticiones en torno a temas locales, “vamos a arreglar algunos caminos adyacentes a la vía, inclusive algunos temas de energía eléctrica”.

Así lo confirmó el titular de la Secretaría General de Gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, quien indicó que la petición principal es un paso vehicular con semáforos, “esa condición habrá que revisarla conforme a la normatividad de carreteras federales, el trámite de esa solicitud estará en México para que se tome una decisión final”.

Finalmente en el tema, destacó que de la mano de un grupo de inconformes se pudo encontrar una solución, “llegamos al acuerdo de continuar con los trabajos para no detenerlos más y para que a más tardar en marzo, que es el compromiso, pueda quedar funcional esa vía”.

MÁS DEL FRAUDE DEL SIGLO

En otro orden de ideas, reconoció que el mal manejo de los recursos, que presuntamente se cometió durante varios años en la Dirección de Pensiones afectó el patrimonio del estado y propició que colapsaran los fondos que estaban destinados para el pago del patrimonio de los trabajadores, “por supuesto que así fue, no encuentras otra una explicación de cómo es que los fondos se iban agotando de una manera importante a pesar de que se hacía la entrega para poder subsidiar el fondo de los burócratas y de telesecundarias”.

Aquí encontramos prácticamente la respuesta del asunto, añadió el funcionario estatal, “era como una caja a la que iban, le metían, hacían la dispersión de pagos, y se lo gastaban, así de esa forma tan descarada”.

Finalmente, el encargado de la política interna en el estado expresó que de ahí viene la calificación de “el fraude del siglo”, siendo que los trabajadores nunca han dejado de hacer sus aportaciones, y de manera inexplicable veíamos que cada vez había menos recursos en las cuentas.