Se estima que al año, una de cada 50 mil muertes súbitas por ataque cardíaco, ocurre en jóvenes y una gran mayoría de éstos, son deportistas, pero además el consumo de sustancias tóxicas y padecer sobrepeso y obesidad, diabetes, hipertensión, sedentarismo, consumo excesivo de bebidas energizantes y malos hábitos de alimentación, son factores para que se den este tipo de casos.
Según médicos de cardiología del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, un veinte por ciento de los que se atienden en el área en mención llegan a tener hasta menos de 40 años de edad.
Este índice de incremento de infartos en jóvenes tiene una procedencia de dos décadas a la fecha y ello podría ocurrir por diversos factores, algunos comprenden anomalías estructurales del corazón, como enfermedades cardíacas no detectadas existentes al momento del nacimiento, algunas congénitas, inconsistencias en el músculo cardíaco, porque consumen drogas y en particular la cocaína.
También hay casos que se cree suceden por el abuso en bebidas energizantes que están elaboradas con cafeína y taurina, lo que desencadena en un infarto, que puede llevar a la muerte. Además, si alguna persona tiene una cardiopatía no diagnosticada, estos productos la detonan.
Las autoridades sanitarias internacionales reportan que existen algunos indicadores a los cuales se les puede prestar atención para identificar los infartos en jóvenes como tener un desmayo inexplicable, antecedentes familiares de muerte súbita cardíaca, tener antecedentes familiares de muertes inexplicables antes de los 50 años de edad, la falta de aire o el dolor en el pecho.
Cabe referir por último, que son las mujeres jóvenes, las que llegan a sufrir más infartos, se presentan con mayor incidencia durante la menopausia y postmenopausia, porque se pierde la protección natural de los estrógenos. Antes de los 50 años de edad, la proporción es de tres hombres infartados por cada mujer, después de esa edad prácticamente se iguala