Cada vez es más profundo el daño en la avenida Carranza, donde la situación ahuyenta inversiones, indicó Alberto Narváez Arochi, vocero del Corredor Cultural Carranza.
Aunque hace unos meses se iniciaron mesas de diálogo entre comerciantes, colectivos de ciclistas y autoridades municipales, el empresario manifestó que dichas reuniones “se volvieron mesas de café nada más, nada que trascienda”, por lo que inclusive dejaron de realizarlas.
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Lamentó que esas reuniones no llegaron a nada, pues las ideas y opiniones que se vertían ni siquiera fueron analizadas por las autoridades, sino que la postura “es simplemente dejar las cosas pasar”, y el daño económico en la avenida cada vez es más profundo.
Manifestó que si bien ahora hay presencia casi permanente de una patrulla municipal a un costado de la vivienda que se ha vuelta emblema del deterioro de la avenida, el inmueble ya está saqueado, “el daño ya está hecho”.
Mencionó que ciertamente la presencia de la patrulla inhibe que se reúnan personas que pueden causar disturbios en la zona, pero en los alrededores siguen presentándose asaltos a los transeúntes, ya que la avenida se encuentra abandonada, y cuando ello ocurre, la delincuencia es la ocupa esos espacios vacíos.
Además de los robos, indicó que casi el 20% de los locales se encuentran vandalizados, “el grafiti ya es prácticamente parte del paisaje de Carranza”.
Señaló que son más de 70 locales abandonados en el tramo entre Terrazas y Uresti, pues aunque en algunos se han aperturado nuevos negocios, a los tres, cuatro o seis meses, cierran, “quiere decir que el entorno no es favorable”; agregó que incluso se tuvo la visita hace unas semanas, de extranjeros que buscaban invertir en una plataforma de hospedaje, pero al ver el entorno de inseguridad y abandono, se retiraron, “saben que sin seguridad, sin estado de derecho, las cosas no funcionan”.
Narváez Arohi señaló que desafortunadamente la perspectiva a mediano plazo, es que las cosas sigan empeorando, y entre más profundo sea el daño, más tiempo tomará la recuperación.