Agustín Rodríguez Ugalde, es el único sobreviviente que continúa elaborando herrería artesanal en el municipio de Armadillo… Desde hace 55 años, fabrica navajas y machetes, con la ayuda de una fragua y sus manos.
A sus 79 años, Don Agustín intenta mantener viva la herrería artesanal, que al paso de los años y la urbanización se empieza a extinguir. Es originario de El Llano de Los Saldaña, poblado de Armadillo de los Infante; uno de sus hijos le ayuda en su taller.
En entrevista para El Sol de San Luis, Don Agustín explicó que tarda aproximadamente seis horas, para procesar y dejar listo un machete. Prende la fragua y manipula al rojo vivo los muelles de carro, material que utiliza para la fabricación de esto utensilios.
Con un martillo le da la forma y el tamaño deseado y una vez que culmino ese procedimiento, lo empareja y le saca filo con un esmeril; “antes era a pura lima, pero ahora y usamos ciertas herramientas, pero todo es manual”.
Al taller de Don Agustín acuden personas de diferentes municipios de la entidad, para adquirir un machete que puede llegar a costar hasta mil 500 pesos, “nadie me regatea, porque saben que es un trabajo garantizado”.
A sus 24 años inicio con este oficio, al que también se dedicó su padre, abuelo y bisabuelo; “esto viene de muchas generaciones, a esto se dedicaba mi familia, todos, y de mis chamacos nada más uno me ayuda”
En aquellos años, recordó, en el Llano de Los Saldaña había varios herreros artesanales, pero con el paso del tiempo y la apertura de tiendas y ferreterías, todos dejaron de fabricar, “nada más quedo yo y aquí voy a seguir, para donde me voy”.
Agustín Rodríguez Ugalde, es el único herrero artesano de esa zona, que es considerada “cuna del cuchillo y la talabartería”.