Lejos de fanatismos y políticas, porque la seguridad no es de partidos ni colores, es algo muy sensible en extremo, la realidad es que el balance a la fecha y en general a datos duros y a acciones reales del primer año de gobierno del Andres Manuel López Obrador en materia de seguridad simplemente es perjudicial, no es bueno, es un retroceso.
Así lo consideró el abogado Gilberto Rangel Grande, de la Asociación Lideres por México en San Luis Potosí, “la realidad es que en el primer trimestre de gobiernos pasados por ejemplo de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón hubo miles de toneladas de decomisos en cambio en el primer trimestre de este gobierno solo hubo 4 kilos de decomisados, esto es un muy claro reflejo del retroceso que vivimos y no solo en este tema”.
Rangel Grande destacó por otro lado la situación confesa a nivel nacional del presidente sobre la orden que dio para la liberación del hijo del Chapo Guzmán, “eso habla de la debilidad y el poco interés que le reviste el tema al presidente, conducta que es además constitutiva de delito si se revisa jurídicamente.
“La realidad es que no hay interés, sus propias declaraciones lo dicen, no existe en este momento una lucha como tal, una persecución frontal como debe existir en contra del narcotráfico ni en contra de grupos del crimen organizado”.
Dijo que las cifras de ejecuciones y homicidios dolosos a nivel nacional a estas alturas supera por mucho a sexenios completos, “ha batido records de sexenios anteriores, la realidad es clara, en cuestión de seguridad el balance es negativo, no existe ni se ve interés de su parte para realmente atacar ese flajelo y menos reestructurarlo desde adentro”.
El abogado consideró una posible intención de reestructura interna, sin embargo contraproducente, “vimos una intención de su famosa Guardia Nacional, una reestructura que lejos de unificar a las Fuerzas Armadas tanto civiles como castrenses, sin embargo lejos de eso lo que hizo fue dividirlas y no solo eso sino que generó un número importante de demandas laborales por parte de policías federales que no quisieron integrarse a su nuevo y fallido modelo de seguridad”.