Los diputados Mauricio Ramírez Konishi del PRI y Ricardo Villarreal Loo del PAN manifestaron que el gobierno de la República está empecinado con regresar al pasado, al impedir las inversiones en energía eólica para proteger proyectos contaminantes e inviables como la refinería de Dos Bocas.
Lo que sigue son las demandas en tribunales internacionales y el desprestigio para México que va a inhibir la inversión extranjera, pero lo más grave es que afectará a las futuras generaciones al incrementarse la contaminación y la competitividad económica, señalaron los representantes populares.
El coordinador del Grupo Parlamentario del PRI Mauricio Ramírez Konishi dijo que el acuerdo que limita la inversión en energías renovables provocó la reacción de Canadá y la Unión Europea, por las consecuencias que podrían alcanzar incluso a los parques solares y eólicos de Villa de Arriaga y Villa de Arista en esta entidad.
Se están poniendo en riesgo esos empleos pero además se demerita la confianza de inversión en el país, con el argumento de que el Estado debe ser el regulador de la energía lo que es otro grave error de la 4T que se va a pagar por generaciones, tomando en cuenta que la CFE es una empresa altamente cuestionada.
“Lamentamos este error grave que desalienta las inversiones y pone en riesgo los derechos de propiedad de inversionistas que confiaron en el país”, dijo Ramírez Konishi.
Por su parte el diputado Ricardo Villarreal Loo manifestó que la secretaria de Energía Rocío Nahle García de manera indebida e ilegal intervino en la operación de empresas de orden internacional de Canadá y la Unión Europea que realizan inversiones en México en el sector de energías limpias, para no permitirles realizar pruebas críticas para la explotación energética.
Las razones que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene es que le apuesta a la explotación del crudo y la construcción de la refinería de Dos Bocas, lo que es un despropósito y un anacronismo, porque significa apostarle a energías que están en franca decadencia y que al país no le significan un ingreso estratégico, porque el precio del petróleo observa un patrón en descenso dramático.
“Es una pésima estrategia, un viraje al pasado en vez de hacer apuesta al futuro, se abre la posibilidad a posibles enfrentamientos legales en tribunales de arbitraje internacionales para exigir indemnizaciones al gobierno por inversiones no realizadas a pesar de estar apegadas a derecho, porque los funcionarios están obsesionados con la refinería cuando los autos del futuro serán eléctricos”, puntualizó.