Tras el nombramiento, el pasado lunes, de la ex titular del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado (SIFIDE), Lilia Malvido Flores, como directora la Arena Potosí; el gabinete de la administración estatal tuvo este martes varios enroques.
El gobernador, Ricardo Gallardo Cardona, confirmó una nueva serie de movimientos en su equipo de colaboradores; con lo anterior cuatro dependencias tendrán nuevos titulares.
Aun no se sabe quién asumirá la titularidad del SIFIDE, pero la titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos, Marcela Quevedo Patiño, abandonó esa dependencia para dirigir el Instituto Potosino de la Juventud, y será el exdiputado Jorge Díaz Salinas quien llegue a la SEDARH.
Asimismo, confirmó la llegada a su gobierno de Sonia Mendoza Díaz, quien podría encabezar la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental; al tiempo de dar a conocer que, ya como directora de la Arena Potosí, pidió a Malvido que de inmediato se incorporara a ese trabajo, para atraer eventos al magno escenario con capacidad para mas de 20 mil personas.
El mandatario estatal desestimo que el centro deportivo, cultural y de espectáculos vaya a ser la obra insignia de este sexenio, “vienen mucho más obras para San Luis Potosí, estamos a tres años y hoy hemos hecho cosas que la herencia maldita nunca hizo, yo pregunto cuál fue la obra insignia de Carreras o de Toranzo, algo de esta magnitud”.
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Si hablamos de homenajes a la corrupción, tenemos el Centro de Convenciones, con mil 500 millones de pesos de un préstamo que nunca se subsanó, que nunca supimos dónde quedó y ese crédito de Marcelo de los Santos es una deuda que hasta el día de hoy seguimos pagando, cuando hasta ahora, en esta administración, se le dio vida al Centro de Convenciones con oficinas públicas”.
Confirmó que 50 por ciento del costo de la Arena Potosí se pagó con la venta de palcos, “y antes de que termine el próximo año, con los espectáculos y la derrama económica, va a estar totalmente pagada esta propiedad que ya es 100% de los potosinos”.
Lo más interesante de esto, destacó para concluir, es que la arena Ciudad de México costó dos mil 500 millones de pesos -mucho más que el coso potosino- y tiene capacidad para dos mil personas menos.