El 2018 se caracterizó por tener muchas sorpresas políticas, económicas y sociales, pero sobre todo por la “pobreza de alma” que abunda en la sociedad, pues este año ha sido calificado como el más sangriento y violento ante los constantes hechos delictivos y homicidios que se suscitaron, principalmente contra mujeres, en San Luis Potosí.
Manifestó el arzobispo de SLP, Monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien consideró que los acontecimientos que se presentaron en este año deben ser una lección que lleve al pueblo y a la autoridad a reflexionar para no cometer los mismos errores en el 2019.
“Este año ha sido calificado por los medios como el más sangriento o violento, como lo quieran llamar, y especialmente de una manera significativa el atentado continuo y permanente que sufre la mujer, no sólo por la violencia que le prive de la vida sino también el acoso que continuamente ella está padeciendo”, expresó.
Comentó que la llegada de nuevas fábricas fue algo que destacó mucho durante el año, y que se habla que el siguiente será un periodo en el que subirá la economía, sin embargo cuestionó “¿la economía de quién?, porque en la economía de las mayorías se necesita trabajo, educación, compromiso y una grave preocupación por parte de todos”.
Así mismo destacó que ha habido muchos retrasos que han provocado no poder superar los problemas que más aquejan a nuestro país y nuestra ciudad como es la violencia, la corrupción y la impunidad; aunado a ello, dijo que la pobreza también es algo que nos preocupa porque ésta va en crecimiento.
“Hablamos de ella pero no reconocemos con hechos la dignidad de la persona”, añadió.
Finalmente indicó que el 2019 lo vislumbra como un año lleno de esperanza, pues independientemente de las creencias y convicciones de cada persona, se llegará el momento en el que se verá la realidad de México y hará que todos se unan para buscar o proponer “nuevos caminos”.
“Las soluciones vendrán después, ahora yo creo que son simplemente curitas pero curitas que no podrán cerrar las heridas”, concluyó.