Adolfo Lara Rodríguez, médico psiquiatra infantil y de la adolescencia, adscrito al Instituto Temazcalli, aseguró que entre el 13 y el 20 por ciento de los niños y adolescentes es portador de algún trastorno mental, entre los que se encuentran problemas como la depresión, Trastorno de Déficit de Atención (TDA), distimia, y ansiedad.
Para hablar de la importancia de los trastornos mentales en la infancia y la adolescencia, de manera general la Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que de la población adulta que acude por atención psiquiátrica, el 50 por ciento de ellos, inició con síntomas importantes por primera ocasión antes de los 14 años, es decir estos adultos que se ven acudiendo por ayuda acuden a consulta generalmente cuando ya iniciaron con síntomas desde temprana edad.
Los trastornos mentales tienen un origen o su determinante en factores biológicos, psicológicos y sociales, en ocasiones es muy complicado decir que se enfrenta una enfermedad “nos preguntamos, será que ya nació con la enfermedad o tenía genética o influyó el ambiente, la realidad es que las dos cosas participan, ¿qué quiere decir? Pues que puede haber niños que tengan predisposición genética para enfrentar depresión o ansiedad, pero la predisposición genética no marca que se presente el padecimiento, si no es tan fluida por el ambiente”.
Puede haber un niño que tenga cierta predisposición genética o que al estar viviendo en un entorno saludable permitiría que posiblemente no se presenten síntomas o enfermedades o al revés, puede tener un factor biológico para depresión al momento de vivir en un entorno social desfavorable, “eso genere o propicia que desarrollen algún trastorno mental, entonces los factores biológicos, me refiero a la parte en la influencia genética, los factores psicológicos, o las habilidades que ha desarrollado ese niño para enfrentar situaciones estresantes o los factores sociales”.
Actualmente hay una mayor prevalencia de trastornos mentales y tiene que ver con factores psicosociales con los que se cuenta ahora, desde los aspectos económicos que influyen en el entorno social actual, los cambios de vida, “sabemos que anteriormente un papá que laboraba en algún empleo podría generar sustento para las familias extensas de seis niños, y mamá se quedaba en casa, el hecho de que hubiera cuidador en casa permitía que ese niño tuviera cierta supervisión, manejo de límites y reglas, apoyo en situaciones estresantes, si había algún conflicto, alguna situación en la que se enfrentaba, pues tener un cuidador que lo podía guiar, ayudaba mucho”.
Pero actualmente la mayoría de las ocasiones se sabe que ambos padres laboran, entonces se vuelve común que los chicos pasen tiempo prolongado con escasa supervisión o soporte, por esta situación “la situación socioeconómica actual, los predispone a que sus habilidades para enfrentar los estresores y el tener poco tiempo con alguna figura paternal, predisponga a que sean más vulnerables.
Entonces el estilo de vida, actual más acelerado con una economía, tal vez que genera menor solvencia, favorece la presencia de trastornos mentales desde el punto de vista social”, mencionó Lara Rodríguez.