La violencia de género contra las mujeres tiene muchas escalas y manifestaciones, una de ellas es la violencia vicaria, una de las expresiones más crueles ya que incluyen la destrucción moral, tortura y humillaciones, en su mayoría a madres que deciden abandonar entornos repletos de agresiones.
Para Cesaly Loera, integrante de Colectiva de Amorosas Madres Contra la Violencia Vicaria (CAM-CAI) , y quién también es víctima de este tipo de violencia, comparte su historia.
Ella es como tantas madres, qué en medio de ciclos de violencia dentro de su entorno primario familiar, decidió poner un alto a las continuas agresiones ocasionadas por su ex pareja, padre también de su hija.
Cabe señalar que en México, la violencia vicaria constituye parte del enlistado de las violencias de más ejes en contra la mujer.
En este sentido Cesaly, se enfrentó a un sinfín de violentaciones que repercutieron en la vida integral de su pequeña hija, quién fue utilizada de manera alevosa y a través de manipulaciones, para perjudicar su relación familiar.
Entonces esta madre de familia, hizo frente con mucho temor a la sustracción de su hija durante más de 2,640 días.
"Yo soy víctima de violencia vicaria, todos esos días que transcurrieron mi hija y yo perdimos tiempo de relaciones y vínculos materno-filiales", expresó.
Con este tipo de acciones es como muchas madres sufren acorralamiento psicológico y emocional, debido a la ausencia de sus hijos.
Cesaly, no sólo sufrió el abandono legal que por derecho le correspondía, para la defensa y protección de su hija y de ella misma, sino que también, enfrentó campaña de desprestigio.
Que muchas veces se originan por el prejuicio de una sociedad qué desconoce y es indolente, ante las situaciones que sobrellevan las madres por la obtención de la custodia de sus hijos.
"Las autoridades me decían que podía recuperar a mi hija robándomela yo también. Después de casi 7 años alejadas, a sus 12 años de edad mi hija decidió huir de la casa de su abuela paterna", expresó.
Dentro de la legislación nacional, la violencia familiar e infantil ha repercutido en la alza del porcentaje de niños y niñas violentados.
En el código penal federal mexicano, se entiende por violencia familiar no sólo la fuerza física sino también la violencia moral hacia cualquier integrante de la familia, a la que hoy más de un 56 por ciento de los niños mexicanos hace frente.
La hija de Cesaly, hoy forma parte de esta estadística. Su hija no se la regresó el Estado, fue ella misma quién por voluntad propia regreso a los brazos de su madre.
Todo este camino recorrido sobre las asperezas que la violencia vicaria representa, le hizo que considerara esta madre víctima, integrarse a un colectivo que integraba a muchas otras madres, que luchan en contra esta violencia.
"La Colectiva de Amorosas Madres Contra la Violencia Vicaria, es una organización de madres que desde el amor a sus hijos e hijas, ha luchado para que se tipifique este tipo de violencia de género dentro del Código Penal".
Hoy Cesaly es una de ellas, la única potosina perteneciente a este colectivo nacional, y que hoy busca a través de las acciones implementadas por esta organización, que su voz y su historia, llegué a más madres y qué estás, se vean reflejadas en ella y soliciten ayuda.
En este mes que conmemora la lucha contra las violencias que aquejan a las mujeres en el país, esta madre viene a recordar que, ninguna mujer tiene por qué padecer ningún tipo de violencia.