Tener trabajadores felices incrementa hasta un 80% la productividad, mientras que la rotación aumenta hasta un 200% el costo del salario anual al perder personal cualificado, y la base de ello son los líderes, de ellos depende el éxito o fracaso de una empresa, indicó Miriam Rizo, especialista en Recursos Humanos y Gestión del Conocimiento.
Dentro de la conferencia "10 pasos para disminuir la rotación de personal y tener colaboradores felices", Miriam Rizo sostuvo que prevenir la rotación ayuda a mantener un buen clima laboral, fomenta la productividad y reduce los gastos de perder personal cualificado.
Señaló que de acuerdo a las estadísticas, los trabajadores felices son hasta 80% más productivos, incrementa 150% el compromiso, eleva un 200% la integración y el trabajo en equipo, aumenta un 37% las ventas, de 30 a 80% el logro de objetivos de productividad, y disminuye los riesgos de accidente un 300%. Por ello recomendó revisar cada tres meses el "contrato emocional", es decir, mantenerse al tanto de cómo se sienten los colaboradores.
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Por otro lado, la rotación de personal aumenta de un 50 a 200% el costo del salario anual, ya que se puede perder a personal cualificado y cuando ello ocurre, la empresa debe invertir en la contratación y capacitación de nuevos trabajadores que realicen esas tareas especializadas; agregó que una de las causas de la rotación, es que el 80% de las empresas carecen de líderes y sólo el 8% de ellas invierte en capacitación, pues únicamente suben de puesto al personal sin prepararlos para tener colaboradores a su cargo.
En ese sentido, propuso 10 pasos para tener colaboradores felices, de los cuales el primordial es tener buenos líderes, porque el éxito o fracaso de una empresa empieza por ellos; un líder "tóxico" genera costos a la empresa debido a la pérdida de talento ya que los trabajadores huyen de ellos, dado que incluso les provocan enfermedades debido al estrés, y reveló datos como que 40% de las empresas quiebran por mal manejo de personal, y más de 50 mil personas pierden su empleo por ejercer un mal liderazgo. Por el contrario, un buen líder genera colaboradores felices, comprometidos y productivos, por ende, una empresa exitosa.
El segundo paso es conectar a los colaboradores con la cultura empresarial, definir el propósito de la misma y crear objetivos, de modo que cada trabajador encuentre sentido a lo que hace; el tercero es brindar entrenamiento para que sean mejores en lo que hacen y se sientan valorados; el cuarto consiste en conocer los intereses de los trabajadores para buscar motivadores en cada uno; el quinto es otorgar premios y reconocimiento, desde simples notas de agradecimiento hasta beneficios en efectivo, cada mes o trimestre; el sexto es fomentar la integración y trabajo en equipo.
Un séptimo paso es brindar retroalimentación positiva y asertiva, mantener comunicación abierta buscando su bienestar; para ello sugirió acercarse y pedir diálogo para generar apertura, enunciar el hecho, decir el impacto o consecuencias de la situación sin atribuirlo a esa persona en específico, y hacerle una pregunta abierta para dar solución y crear compromisos; un octavo paso es delegar efectivamente, esto implica reconocer el talento de cada trabajador y no desperdiciar su capacidad; el noveno es fomentar el crecimiento personal y profesional; y el décimo, fomentar una cultura para crear más líderes.
Concluyó que un líder debe estar arriba de sus colaboradores para guiar al equipo, a lado de ellos para conocerlos, atrás para empujarlos o empoderarlos, y abajo para que en un momento dado lo superen.