De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí, la mañana del pasado sábado 24 de agosto de 2024, se encontró el cuerpo sin vida de una persona aproximadamente a 300 metros del Periférico Oriente, más específicamente en la comunidad “El Charquillo”.
Tras el hallazgo y la labor de campo de la Policía de Investigación, se trasladó el cuerpo de la víctima a la Vicefiscalía Científica, donde se trabajó en la necropsia y en la recolección de más indicios que ayudaran a robustecer la carpeta de investigación iniciada por la Unidad Especializada en Homicidios.
Ese mismo día, en redes sociales corrió la versión de que la víctima sería el líder de la agrupación “Saúl Granados y los de la Pluma”; y luego de las labores de investigación correspondientes, por parte de la Fiscalía General del Estado, este lunes dicha información fue confirmada.
La dependencia estatal dio a conocer que el cuerpo de la víctima presentaba disparos de arma de fuego y detalló que hasta el momento no se han encontrado evidencias sobre amenazas previas al ataque contra el artista.
Finalmente, la titular de la dependencia agregó que la investigación sigue en curso para determinar los motivos detrás del crimen y esclarecer todos los aspectos del caso.
¿Quién era Saúl Granados?
Saúl Granados tenía apenas 25 años y era originario de Acapulco, Guerrero; su aporte en la agrupación musical era tocar el requinto y ser la voz principal en las presentaciones.
En 2022, se convirtió en el invitado especial del podcast del Bocho Ramos en Youtube, donde dijo que, a pesar de haber nacido en Acapulco, se consideraba también potosino luego de vivir entre 10 y 12 años en el territorio tunero, al que ya consideraba su “segunda casa”.
La agrupación de “Saúl Granados y los de la Pluma” comenzó su proyecto en tierras potosinas gracias al amor y pasión de Saúl por la música.
El joven músico narró que, siendo más joven, las personas de su entorno le decían que se convirtiera en maestro, policía federal, entre otras carreras, pues el futuro artista quería dejar sus estudios para ir por el rumbo de la música; hasta que finalmente dejó la preparatoria y comenzó a trabajar en el oficio de la albañilería y decidió defender su aspiración de convertirse en cantante.
Saúl comenzó desde abajo, inició una búsqueda para reclutar otros músicos tocando puertas, pegando flyers en los camiones de ruta, en las tiendas de música dejaba folletos, y preguntaba en rancherías, hasta que con el tiempo fue juntando un equipo.
Comenzó tocando gratis de bar en bar: “le pedía a los dueños de los bares que me dejaran tocar gratis, incluso, si les pedía una cerveza, me la cobraban”; ahí empezó a despegar la carrera del solista, poco a poco, y gracias a la aceptación de la gente.
Uno de los grandes pasos que dio el artista, fue cuando el “Pirata de Culiacán” (un influencer de 17 años que presuntamente habría sido privado de la vida por un narcotraficante) agregó uno de los corridos de Saúl a su playlist; eso le dio entrada a que más personas conocieran a “Saúl Granados y los de la Pluma”.
La agrupación musical tenía una presentación para el próximo 29 de agosto en la Plaza del Mariachi de la Feria Nacional Potosina (Fenapo) junto a los Titanes de Durango; y su última presentación fue el pasado 15 de agosto en El Foro Teatro del Pueblo.
Además de las presentaciones en la Fenapo, el artista llegó a dejar huella en la Feria Regional de Villa de Ramos (FEREVIR) y en las fiestas patronales de la comunidad de Dulce Grande de aquel municipio, desde donde se enviaron condolencias a su familia tras su fallecimiento.
“Yo tengo mucha carrera por delante”
En el referido podcast, el cantante narró cómo en una ocasión, en el estado de Guerrero, se encontró en una situación de peligro, luego de que un helicóptero y camionetas de la Marina llegaran a un lugar donde se encontraba cantando con su grupo.
“... estábamos nosotros en una cabaña cerca del mar (en Guerrero) y había gente armada ahí, pero ahí sí, para que vea, había gente de huarache cruzado. Había gente que traía pechera tras pechera”.
De repente, narró, arribaron al lugar un helicóptero y camionetas de la Marina; lo que provocó que los asistentes a la reunión se prepararan para participar en un encuentro armado.
“... yo dije: Dios mío santo, échame la mano, yo tengo mucha carrera por delante”.
Finalmente, cuenta, los uniformados se retiraron sin disparar ni recibir ataques, quizá, conjetura, por que no contaban con una orden para catear el rancho donde se realizaba aquella celebración.