Han pasado 15 años desde que se estrenó Breaking Bad, la serie sobre la triste vida de un maestro de química enfermo de cáncer, que, en su afán de hacer algo por el futuro de su familia, terminó por convertirse en el más grande, peligroso y buscado traficante de metanfetamina en Estados Unidos: Walter White…. o, mejor deberíamos decir, Heisenberg.
Al principio, la serie tuvo una respuesta modesta del público, pero conforme el tránsito hacia el mal de White fue avanzando, para consumirlo en la enfermedad de la ambición, creció hasta el punto que hoy es considerada un momento icónico en la historia de la televisión, transmitido en más de 170 países, reconocido con 16 premios Emmy y dos Globos de Oro.
Breaking Bad, regresa a la televisión a través de A&E en América Latina a partir del próximo 29 de mayo. Vince Gilligan, creador de la serie, en un encuentro virtual, afirmó: “Breaking Bad cambió mi vida, creo que soy muy afortunado por ello. Jamás creí que nadie recordaría esta serie, nunca pensé que se volvería un hit, ni que tantos fans la verían alrededor del mundo después de 15 años. En un principio pensaba ‘Dios, lo mejor que puede salir de todo esto es el episodio piloto y hacer otra cosa. Quién va a estar tan loco para ver un programa así’”.
EL INGREDIENTE SECRETO
Gilligan considera que el éxito se debe, en primera instancia a que fue un trabajo en equipo, en el que participaron grandes directores, guionistas y encargados de grabación. Sin embargo, piensa que el ingrediente secreto más importante de esta serie fueron las increíbles actuaciones, principalmente la de Bryan Cranston, como Walter White y Aaron Paul, como Jesse Pinkman.
“Creo que Bryan Cranston era la persona perfecta en todo el mundo para este papel. Él hizo de este personaje, que es bastante reprensible y una mala persona, alguien simpático, con su habilidad actoral y su carisma, así como por la química que entabló con Aaron Paul, ese es el verdadero ingrediente. Ahora, tantos años después, estos dos actores se han convertido en los mejores amigos, han emprendido su propio negocio juntos de un delicioso mezcal”, explicó.
LOS TIEMPOS CAMBIAN
Aunque asombrado por el éxito, Gilligan no está seguro de si Breaking Bad, habría tenido el mismo éxito de haberse estrenado en el tiempo presente, pues el mundo cinematográfico y el consumo de producciones audiovisuales han cambiado, principalmente por las plataformas de streaming.
“El momento oportuno es pura suerte y la suerte la llega en el momento oportuno. Creo que todas las cosas tienen su tiempo. Pero lo verdaderamente triste es que hay muchas películas y series, alrededor del mundo que no van a ver la luz o que ni siquiera van a hacerse, porque es muy difícil ir en contra del ruido para encontrar una audiencia.
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“Esto sucede aún más en el presente, se hacen muchas más producciones, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo, en comparación con 15 años atrás. Eso es bueno, porque nos dice que hay más personas con oportunidades para hacer esto, ahora vemos historias de todo el mundo, ya no estamos tan centrados en Estados Unidos. Es un arma de doble filo”.
Gilligan adelantó que está trabajando con varios integrantes del equipo de Better Call Saul (la serie derivada de la trama original) y de Breaking Bad, en una nueva historia cuyo rodaje ya comenzó en Albuquerque. Esta historia, que no tiene nada que ver con el mundo criminal, será protagonizada por Rhea Seehorn, encarnando a “un personaje mucho más heroico”.