La mitad de las entidades del país está en el “muro de la vergüenza” por su limitada capacidad para generar, atraer y retener talento e inversión que detonen la productividad y el bienestar de sus habitantes, esto de acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2020 elaborado por el Imco.
Chiapas, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas son los 16 estados que no obtuvieron ninguna "medalla" en la evaluación realizada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), debido a factores como la percepción de inseguridad y corrupción que tiene la población, la desigualdad salarial y la baja participación laboral.
El estudio midió el desempeño de las 32 entidades durante el periodo 20012018 en cuanto a innovación, relaciones internacionales, economía, mercado laboral y de producción, sectores precursores, derecho, medio ambiente, sociedad, sistema político y gobierno.
Este año, el reporte que se presenta de manera bianual desde 2006 ubicó a los estados en un medallero, en el que les otorgó preseas de oro, plata y bronce de acuerdo con su nivel de competitividad.
“Los estados que no ganaron medalla no están al nivel de los demás. Quizás es injusta la comparación y quizás hay que hacer una categoría para que los menos desarrollados generen una situación en la que compitan unos con otros para mejorar sus capacidades”, comentó Manuel Molano, director general del Imco.
Entre las entidades que no ganaron medalla y por ello fueron colocadas en el “muro de la vergüenza” destacan Guanajuato y Puebla, las cuales han atraído inversiones en industrias relevantes para el país, como la automotriz.
Pero en el caso de Guanajuato, entre 2016 y 2018 la sensación de seguridad de la población mayor de 18 años se deterioró, mientras que en cuanto a percepción de corrupción y libertades civiles, el estado cayó siete lugares; en sociedad, donde se analizan la desigualdad, los sistemas de salud y las condiciones socioeconómicas, perdió cuatro posiciones.
Puebla fue la tercera entidad con la peor calificación en su sistema político, y se mantuvo entre las cinco peores en sociedad incluyente, además de que perdió ocho posiciones en percepción de seguridad y cumplimiento de contratos.
Sólo cinco entidades obtuvieron medallas de oro en los subíndices calificados por el organismo: Ciudad de México, Querétaro, Chihuahua, Colima y Yucatán.
El resto que obtuvo alguna presea por mostrar capacidades competitivas en alguno de los subíndices analizados por el Imco fueron Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Aguascalientes, Morelos, Coahuila, Nuevo León, Quintana Roo y Campeche.
Molano destacó los contrastes entre entidades. En Chiapas, por ejemplo, 76 por ciento de la población vive en situación de pobreza, mientras que en Nuevo León sólo 15 por ciento de sus habitantes está en esa condición.
“Las condiciones de cada estado son tan distintas entre sí que podrían parecer de continentes diferentes. Hay unos que podrían estar en Europa Central, y hay estados mexicanos que podrían estar en el África subsahariana. Las desigualdades entre los estados se traducen en falta de oportunidades para los mexicanos”, señaló Manuel Molano.