Semarnat demanda "alternativas nutridas" para Tren Maya y Transístmico

El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Manuel Toledo, llamó a la sociedad a “no caer en el negacionismo simple hacia los proyectos del Tren Maya y Transístmico”, por lo que demandó a los sectores involucrados aportar y presentar visiones alternativas, nutridas y enriquecidas.

Al asistir a la inauguración del Foro “Naturaleza, derechos indígenas y soberanía nacional en el Istmo de Tehuantepec”, celebrado en el Colegio de San Ildefonso, Toledo, afirmó que para lograr proyectos no depredadores ni parasitarios de los territorios y de las comunidades es necesaria la organización, la apertura a la discusión y al debate de los sectores académico y social.

Enfatizó que la región del Istmo hace mucho tiempo ha sido asediada por planes de carácter global, cuyos principales beneficiarios no necesariamente son los pobladores locales.

Por lo anterior, dijo que desde el gobierno federal se estimulan reuniones con instituciones académicas, además, hemos realizado recorridos por la Península, y se mantiene contacto con los principales movimientos y organizaciones con la finalidad de orientar ambos proyectos hacia situaciones innovadoras.

Además, reveló que la dependencia a su cargo está organizando la formación de comités en los 84 municipios, mismos que habrán de generar ordenamientos ecológicos participativos para desencadenar procesos de diálogo permanente con el propósito de no repetir el modelo Cancún, que es presa de enormes corporaciones turísticas.

Sociedad

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Toledo Manzur acotó que la Semarnat propone para ambos proyectos un modelo alternativo en el que se integren el respeto a la riqueza biocultural, economía social y solidaria, agroecología, ganadería sustentable, pesca ecológicamente responsable, turismo alternativo, ordenamientos ecológicos participativos, en los cuales las comunidades decidan sobre sus territorios, así como autosuficiencia energética y reconversión hacia las energías renovables.

Por último, manifestó que es necesaria la organización e involucramiento de los sectores académico y social en la discusión, con la finalidad de lograr proyectos no depredadores ni parasitarios de los territorios y de las comunidades.