El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), también conocido como Santa Lucía, operará con sistemas más modernos que los usados en la terminal de Heathrow, en Londres, aseguró el coronel ingeniero Benito Pavón Varela, responsable de la construcción de la torre de control del complejo aéreo que será inaugurado el próximo 21 de marzo.

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“Con Heathrow tenemos prácticamente la misma tecnología o, incluso, mejor tecnología que ellos”, dijo el militar a El Sol de México respecto al sistema de aterrizaje instrumental (ILS, por su sigla en inglés).

Pavón Varela detalló que el aeropuerto que se construye en Santa Lucía contará con un ILS Categoría III-C, certificado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). El aeropuerto internacional de Heathrow, en la capital inglesa, uno de los más transitados del mundo, cuenta con un sistema Categoría III-B.

“La OACI contempla la instrumentación hasta la categoría III-C, y a nivel mundial ningún aeropuerto la tiene, la mayor es la III-B (como en la terminal londinense) y este aeropuerto la va a tener”, aseguró el coronel durante un recorrido por la obra.

Los controladores federales y militares colaborarán las primeras 11 semanas de 2022 en la operación de vuelos militares que están activos desde febrero pasado en el AIFA, y con vuelos civiles eventuales.

La torre de control es la obra más avanzada dentro del proyecto aeroportuario, con 97 por ciento de progreso, de acuerdo con su responsable.

“Prácticamente estamos al cien por ciento. En lo que trabajamos actualmente es en la instrumentación, en los últimos ajustes en las consolas y las adecuaciones necesarias para que el Seneam comience labores a partir de la primera semana de enero trabajando con el personal de la Fuerza Aérea”, refirió.

Explicó que los ILS son barras que se disponen a lo largo de las pistas y que los equipos fueron certificados por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), datos que también fueron enviados a la OACI.

Este sistema de aterrizaje, de los más modernos en el mundo, garantiza que no haya incidentes entre las operaciones del AIFA y ninguna otra terminal aérea, incluido el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

“Dudo que este aeropuerto pudiese tener algún incidente porque se están tomando todas las precauciones para evitarlo”, dijo Pavón Varela.

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A más de 80 metros sobre el terreno del aeropuerto se tiene prácticamente listo el inmobiliario desde donde operarán los controladores del Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) de la Fuerza Aérea Mexicana, solo falta terminar algunos trabajos de cableado para instalar los ILS.

Los huecos donde se instalarán las pantallas del sistema de aterrizaje que garantizarán la seguridad en las operaciones del AIFA ya están dispuestos para su montaje, así como las sillas y espacios por donde se moverán los controladores.

El nuevo aeropuerto será inaugurado en 103 días con operaciones civiles de cuatro vuelos que ya ofrecen las aerolíneas Volaris y Viva Aerobus hacia Cancún, Tijuana, Guadalajara y Monterrey.

“A partir del 21 de marzo habrá operaciones simultáneas con el AICM y el aeropuerto de Toluca sin problema, ya sea que haya aviones despegando o aterrizando al mismo tiempo en un mismo rumbo, en rumbos contrarios y encontrados. Todo eso está verificado en el espacio aéreo y cada una de las terminales tiene sus propias rutas de modo que todas estén libres y no pueda haber problemas en ese sentido”, refirió el militar.

El AICM cuenta con un ILS de Categoría I o estándar, esto debido a que las condiciones meteorológicas del Valle de México impiden operaciones en visibilidad de casi cero. Es por ello que los despegues y aterrizajes se cancelan cuando hay bancos de niebla.

Aunque el sistema del AIFA tiene la tecnología para ser Categoría III-C, el responsable de la torre de control explicó que por norma comenzará a operar como Categoría I e irá escalado hasta alcanzar su mayor nivel en poco tiempo.

“El 21 de marzo la población podrá tener la certeza de que este aeropuerto va a trabajar en mejores condiciones que el AICM. El sistema que tenemos inicia ya con pre-operación para Categoría III y certificado ya en Categoría I”, indicó.

Por eso el personal del Seneam comenzará a trabajar desde la torre de control del AIFA a partir de la primera semana de enero, con el fin de familiarizarse con el sistema.

Solución para visibilidad

A diferencia del aeropuerto de Londres, donde prácticamente todo el año hay niebla, el ingeniero militar explicó que en el AIFA puede haber neblina ocasional por la cercanía del lago de Zumpango, así como nubes de polvo que pueden provocar menor visibilidad en el terreno, pero los sistemas que se instalarán garantizan que tanto aterrizajes como despegues se realicen de forma segura.

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“Tenemos condiciones prácticamente inmejorables, con un sistema ILS Categoría III, pistas de cuatro mil 500 metros, siendo la tercera pista más grande en el mundo lo que permite que aterrice y despegue cualquier avión”, comentó .

Para el responsable de la torre de control “no hay mayor ciencia” en la operación del AIFA, aunque sí mucha técnica.

Refirió que los equipos de radio-ayuda así como los de control y aterrizaje son muy especializados, deben incluirse y reportarse dentro de los sistemas nacionales; se trata de tecnología que existe, que es conocida y segura.

Además del sistema de aterrizaje, el AIFA contará con equipos de radio-ayudas a nivel de pista para estar en comunicación constante con la torre de control en momentos de poca visibilidad, así como los sistemas de control en plataformas.

Listo el rediseño aéreo

El responsable de la construcción de lo que será el cerebro de la terminal aérea garantiza que hay condiciones de seguridad en su operación y en el rediseño del espacio aéreo.

“No creo que un ente regulador de aviación se pueda arriesgar a tener un incidente porque para eso están precisamente, para evitarlos. Los incidentes ocurren en todo el mundo, pero para eso está Seneam”, apuntó.

El pasado 16 de diciembre, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) informó sobre las rutas aéreas que integran los procedimientos para las operaciones del AIFA.

El documento que consta de más de 900 páginas, de acuerdo con la dependencia, es resultado de la reconfiguración del espacio aéreo que permitirá la interacción simultánea del AIFA con Toluca, Querétaro, Puebla y la Ciudad de México.

La SICT informó que estas rutas y procedimientos fueron consensados y coordinados con la Fuerza Aérea Mexicana, la OACI, la Asociación Internacional de transporte Aéreo (IATA), la Administración Federal de Aviación en los Estados Unidos (FAA), el Colegio de Pilotos Aviadores de México, el Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo, la Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero) y la AFAC, en su calidad de autoridad rectora, además del sindicato de pilotos y las aerolíneas nacionales.

"Las nuevas rutas aéreas fueron diseñadas en estricto apego a las normas nacionales e internacionales en materia de seguridad aérea, por lo que las separaciones entre aeronaves, obstáculos y el terreno cumplen con lo establecido en las normas aplicables", refirió la dependencia federal.

“Los estudios de aeronavegabilidad son para tener certeza de que no hay nada y Seneam ya los tiene, con base en ellos sabe que efectivamente no habrá incidentes graves”, destacó Pavón Varela.

Hace unos días, este diario informó que el Seneam adquirió un sistema de aterrizaje para los aeropuertos de Toluca, Ciudad de México y el de Santa Lucía con un costo de 1.5 millones de dólares.

El nuevo instrumento permitirá a las aeronaves que despeguen y aterricen en las terminales del Sistema Aeroportuario Metropolitano (SAM) operar aún en condiciones de baja visibilidad.

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De acuerdo con el ingeniero militar, las críticas vienen de detractores, algunos de ellos que trabajaron en el Seneam hace 20 años, y desde entonces los sistemas, la tecnología, los procedimientos y las normas han cambiado.

“No se puede tomar a la ligera la seguridad. Es imposible pensar que se va a poner en riesgo a miles de personas”, aseveró el coronel Benito Pavón Varela.

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