En México hay más de 10 millones de personas desocupadas, debido a los bajos salarios, el rezago educativo y la falta de flexibilidad laboral. De este universo, las mujeres son las más afectadas, de acuerdo con el informe Panorama de las vacantes y la población disponible en México.
“El problema de escasez laboral en el país no necesariamente refleja una insuficiencia de personas en edad de trabajar, sino a otras condiciones que inhiben la entrada de la población al mercado laboral”, comentó José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), organismo que realizó el estudio junto con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
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De acuerdo con el informe que utiliza datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de la Población No Económicamente Activa Disponible (PNEAD), alrededor de 5.8 millones son personas que no buscan empleo, pero están dispuestos a trabajar si encuentran algún trabajo que se adapte a sus necesidades. De este universo de personas dispuestas a trabajar, 68 por ciento son mujeres y 32 por ciento son hombres.
El informe también se basó en un análisis de datos obtenidos de una encuesta hecha por DataCoparmex durante el primer cuatrimestre de 2023 y se llevó a cabo entre las más de dos mil empresas afiliadas a la Coparmex.
La encuesta evaluó: dificultad para cubrir vacantes, negociaciones salariales, escasez de trabajadores calificados, rotación de personal y falta de recursos para ampliar el personal. Según los resultados de la encuesta, 75 por ciento de las empresas reportaron la insuficiencia de personal como el principal desafío en materia laboral, además de la dificultad para cubrir vacantes, la escasez de trabajadores calificados y la rotación de personal.
Jóvenes, los más preparados
Los jóvenes y las mujeres son los grupos poblacionales con mayor disponibilidad para integrarse al mercado laboral, indica el reporte de la Coparmex y el Imco.
En el caso de las mujeres, representan más de 80 por ciento de las personas interesadas en trabajar, pero enfrentan obstáculos como dedicarse a quehaceres domésticos, cuidado de hijos o porque piensan que tienen bajas posibilidades de encontrar empleo.
En cuanto a los jóvenes de 15 a 24 años, la mayoría menciona que su decisión de no trabajar se debe al deseo de recibir una remuneración mayor y tener mejores condiciones laborales.
Además, el reporte destaca que 64 por ciento de los jóvenes desocupados en México cuentan con estudios de preparatoria y universidad.
“La población desocupada en México posee una sólida base educativa, con al menos seis de cada 10 teniendo estudios de preparatoria o universidad, lo que los convierte en candidatos viables para cubrir vacantes”, indicó Valeria Moy, directora general del Imco.
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Estos resultados resaltan la importancia de revisar el nivel salarial en el país, promover la flexibilidad laboral y brindar apoyo a las mujeres, como el acceso a servicios de cuidado infantil, comentó Moy.
“El mercado laboral en México requiere inversiones en el desarrollo del talento, programas de formación dual y regulaciones que fomenten la contratación formal y la flexibilidad laboral para poder ofrecer empleos que satisfagan las necesidades de los trabajadores”, concluyó Ana Bertha Gutiérrez, coordinadora de Mercado Laboral y Comercio Exterior del Imco.
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