En estos tiempos todo sube, y de la mano las deudas pero las de las tarjetas de crédito son las más caras ya que si no la saben manejar te puedes endeudar toda tu vida. Siempre es bueno tener una estrategia para eliminarlas o por lo menos evitar que se incrementen, por eso debe ser una prioridad de las finanzas personales o familiares llevar a cabo un control de los gastos en tu vida diaria.
El centro de estudios de la Reserva Federal de Nueva York ha calculado en su informe del segundo trimestre del año que los estadounidenses deben $16.15 billones (trillion en inglés), un 2% por encima de la existente en el primer trimestre del año. En total, se deben dos billones de dólares más que a finales de 2019, antes de la pandemia.
El incremento “es atribuible a los elevados precios” de todo lo que consumimos, según explica la propia Reserva Federal en su blog. De hecho, los efectos de la inflación se perciben en los balances de las tarjetas de crédito que han aumentado en $46,000 millones en el trimestre, el mayor alza desde 1999 y coincidiendo con la fuerte rebaja de las refinanciaciones de hipotecas con las que muchas familias financian gastos.
De momento, no se aprecian señales de morosidad pero el peso de esta deuda es muy elevado, más en un entorno de subida de tasas de interés, por lo que debemos tomar en cuenta que antes de asumir una deuda hay que ver lo gastamos y percibimos, para saber si se puede cubrir el monto de pago y evitar pagos tardíos que solo es un abono a intereses mientras sigue creciendo el monto de lo que debes.
“Suena obvio y más fácil decirlo que hacerlo pero hay que pagar la deuda de las tarjetas tan pronto como sea posible”, recomienda Ted Rossman, analista senior de Bankrate.com. “Hay muchas tendencias que están convergiendo: subidas de tasas de interés, alta inflación y más deuda en las tarjetas, algo de lo que es difícil salir”.
Pagas más de intereses que el valor de tu deuda inicial
Rossman explica que la subida de las tasas de interés pone de manifiesto lo cara que esta deuda. En Bankrate calculan que la media de las tasas que se cobran en los balances de las tarjetas es de 17.35% y según la agencia de crédito TransUnion el balance medio es de $5,010. “Si solo se hacen los pagos mínimos con esos parámetros se tendrá deuda durante 187 meses (más de 15 años) y se pagará $5,924 solo en intereses. Es más que el propio cargo de deuda inicial”.
Cada subida de tasas de interés eleva el tiempo del cargo mensual de unos intereses en lo que Rossman califica de una matemática “brutal”.
Lo importante es reducir a cero los balances. Es una tarea dura pero hay algunas herramientas que se pueden contemplar y usar al mismo tiempo, aquí te presentamos algunos consejos:
Transferencias de balances a tarjetas que se ofrecen normalmente para captar a nuevos clientes por parte de la banca y que tienen un APR (interés) del 0% durante un periodo de tiempo que puede llegar a 21 meses.
Consolidación de la deuda de la tarjeta con un préstamo personal que en estos momentos pueden llegar a ser del 6% (significativamente por debajo de los cargados por los emisores de tarjetas) durante seis años.
Asesoramiento y planificación de asesores de organizaciones sin ánimo de lucro como Money Management International.
Examen de opciones
En el caso de las transferencias de balances hay que contar con el cargo de una comisión que puede ser del 3% o el 5%. Con todo, la posibilidad de no pagar intereses suele compensar si no se usa esa tarjeta para añadir deuda nueva, ya que normalmente a esta se le aplica el interés normal y además acaba con el propósito de la reducción fijado.
Abrir una nueva tarjeta puede perjudicar breve y levemente la puntuación crediticia, lo que puede deprimirla algo más es un balance alto en caso de que la línea de crédito no lo sea. Hay que recordar que se aconseja un uso del 30% de la línea de crédito para no perjudicar la puntuación.
Rossman explica que la banca admite que esto es una estrategia de marketing para la captación de nuevos clientes y que se sabe que la mitad de los balances que son transferidos no se pagan en el plazo dado por lo que los clientes se enfrentan de nuevo a subidas de tasas en esa escapatoria. Este analista de Bankrate aconseja dividir el balance por los meses dados y tratar de pagar la cantidad resultante o al menos la más cercana a esta de forma constante para evitar llegar al fin de la oferta con deudas. Con el mínimo a pagar mensualmente no se sale del agujero.
No es descartable, aunque no debería ser un hábito, hacer una segunda transferencia de balance si se da la oportunidad. Algunos bancos la ofrecen a algunos clientes y no solo a los nuevos.
Aunque esta primera estrategia es la más aconsejable dado que es prácticamente gratis, en caso de una fuerte deuda o no se pueda pagar en el plazo el préstamo personal es una alternativa a contemplar aunque la tasa de interés va a depender de la puntuación de crédito.
El asesoramiento de organizaciones sin ánimo de lucro, es para Rossman una de las mejores salidas porque ofrecen condiciones similares a las de los préstamos personales, no se necesita una gran puntuación crediticia y se ofrece ayuda durante el proceso. Eso si, se tienen que cerrar las tarjetas, como condición.
¿Pagar deuda o ahorrar?
Debes de tener en cuenta que la Reserva Federal va a seguir subiendo tasas de interés y enfriando la economía para bajar la inflación. La posibilidad de que haya una recesión es real y hay que prepararse para ella. Los expertos en finanzas personales estiman que se tiene que tener ahorrado unos seis meses de gastos corrientes. Es un objetivo muy difícil y más si además se tienen deudas caras.
“No se puede ahorrar todo y tener fuertes deudas en las tarjetas porque es muy caro, pero tampoco se quiere usar cada dólar que se gana en rebajar lo debido porque no se está en una buena situación cuando no hay ahorros y llega un gasto inevitable”, explica Rossman. Ante la disyuntiva de reducir balance o de ahorrar, este especialista dice que en este momento es aconsejable una posición intermedia y actuar en ambos objetivos simultáneamente con un presupuesto en el que se busquen ahorros en gastos aunque sea temporalmente.
El objetivo de todo esto, es no dejarte enganchar con tarjetas de crédito que te ofrecen una cantidad considerable para que lo aceptes, el problema es como pagarla. Así que toma en cuenta todos los aspectos.
Recuerda no puedes gastar más de lo que ganas, así evitarás problemas en tu bolsillo.