La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) anunció que dará la batalla para que los salarios mínimos generales se incrementen a 98.15 pesos, un tema que convirtió en bandera y que en fechas recientes puso sobre la mesa a los propios candidatos a la Presidencia de la República.
Luego de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) frenó las posibilidades de un aumento, Gustavo de Hoyos Walther, presidente del sector patronal, arremetió ayer en contra de esa instancia y advirtió que reunirán nuevos datos económicos y elementos para justificar el incremento e insistir dentro de dos meses en su planteamiento.
En defensa de la propuesta de la Coparmex -elogiada por el candidato Andrés Manuel López Obrador, que reconoció "lo extraordinario que sean empresarios con dimensión social"-, De Hoyos Walther señaló que el incremento al salario en 2017 no generó inflación y tampoco un aumento en la actualidad (a 98.15 pesos diarios). El alza de precios de 2017 fue por el gasolinazo y el tipo de cambio que se ajustó de manera errática, dijo.
De Hoyos fue más allá. Planteó que la Conasami debe ser reorganizada o refundada, pues es uno de los órganos del Estado caracterizada por su opacidad. La Suprema Corte de Justicia y el Congreso sesionan de manera pública, lo que no ocurre con la Conasami, criticó.
Acusó que el fin de semana pasado, dicha comisión hizo una convocatoria furtiva vía telefónica, sin que mediara un aviso formal, lo que impidió que varios representantes pudieran estar en la reunión en la Ciudad de México.
Además, descalificó la versión de que por la proximidad de las elecciones un ajuste al salario podría afectar las condiciones políticas: “Estamos a 39 días de la jornada y es una determinación que corre por separado”. Igual, puso en duda el argumento que vincula el tema con la negociación del TLCAN. Al contrario, consideró que sería altamente deseable que México diera una señal adecuada de que por primera vez está levantando la “bandera blanca” para llegar a la línea de bienestar.