El freestyle es libertad, desahogo y una filosofía donde los jóvenes enfocan sus energías a fin de pulir su habilidad y talento para realizar acrobacias arriba de una bicicleta. “Es volar sin alas”, dice Martín, un adolescente que con apenas 15 años de edad acude al Parque Tangamanga ll para entrenar.
“La primera vez que me pusieron en una bicicleta a los cinco años sentí que tenía ganar de saltar, de pedalear y brincar, supe pronto que eso era lo que yo quería hacer”, recuerda Martín.
A los 7 años de edad le compraron su primer cuadro especial para hacer acrobacias, a sus padres no les quedó más remedio que comprarle todos sus aditamentos.
“El primer día que hice freestyle me caí y me rompí dos dientes, los de enfrente, me quisieron quitar la bicicleta pero mi papá me apoyó y me dijo que le siguiera”, cuenta Osvaldo que a sus 16 años es un maestro en las acrobacias. A los 12 comenzó en la disciplina y desde entonces ya no se baja de la bicicleta; se ha convertido en una extensión de sus piernas.
Osvaldo tiene un talento innato para este deporte extremo, al igual que Edgar de 17 años de edad, quien a pesar de haberse fracturado la clavícula, sigue adelante en la disciplina.
“Es la vida misma, es una filosofía, te caes, tienes que levantarte y mejorar”, dice con gran sabiduría Edgar quien reconoce en el Freestyle la actividad que lo ha mantenido alejado de los vicios, “donde estás a salvo de un mundo que piensas que está acabado para nosotros los jóvenes”.
Entrenan cuatro horas diarias y cada fin de semana se congregan en el Skate Park del Tangamanga ll para realizar sus acrobacias y disfrutar volar sin alas.
En el Freestyle se valoran la técnica y las habilidades mostradas por los participantes al realizar acrobacias que serán calificadas por un jurado en escala del 0 al 100, por lo que tendrán dos rondas de un minuto para impresionar a los jueces.
En sus diversas modalidades se encuentra el Dirt Jump donde los competidores realizan acrobacias en rampas de tierra con alturas desde los 2 hasta los 3 metros, disciplina que se practica en el Parque Tangamanga ll al igual que el Flatland que son acrobacias en superficies de concreto, por lo que el equilibrio es clave en esta modalidad.
En algo coinciden los tres jóvenes, el Freestyle es como la vida, si te caes te levantas. Como decía Nelson Mandela “La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre”.