En la actualidad personas de todas las edades sufren de dolores de rodilla, y sin importar si son niños, jóvenes ó personas adultas, esa molestia en algún momento de la vida la hemos tenido, y algunos la tienen de manera permanente.
Es por ello que la medicina lleva años luchando contra esta dolencia internacional o tal vez mundial que hasta ahora ha sido muy difícil de solucionar, porque simplemente no hay algo totalmente eficaz que quite para siempre el dolor al caminar o simplemente al moverse.
Ese dolor que la población ya se acostumbró a vivir con él, permanece en las articulaciones y es muy común al llegar al envejecimiento, debido a que al pasar los años, el cartílago se desgasta. Pero ahora, los investigadores de la Universidad de Duke han desarrollado un nuevo hidrogel que prometen que es más resistente y duradero que nuestro propio cartílago.
El cartílago natural desempeña un papel importante en la amortiguación de las articulaciones, pero desgraciadamente no se regenera muy bien después de sufrir daños por la edad o una lesión., al contrario se va desgastando poco a poco.
Hay opciones de tratamiento en la actualidad y suelen limitarse a la medicación por dolor, como son la fisioterapia, pero en algunos casos graves cuando el medicamento ya no es efectivo recurren a una reconstrucción total de la rodilla., pero que muchos pacientes prefieren seguir con la molestia por temor a pisar un hospital para cirugía. Ahora tienen la confianza en el trabajo del equipo de Duke que si da resultado, pronto podría haber una opción mejor.
Los hidrogeles, suaves y flexibles, se han investigado como posibles materiales de sustitución del cartílago, pero la mayoría de ellos han sido demasiado débiles para soportar mucho peso. En el año 2020, el equipo de Duke creó un hidrogel con propiedades tan buenas como las del cartílago natural, y ahora ha desarrollado una versión que lo supera y donde tienen puesta toda la confianza que será efectivo.
El nuevo hidrogel se compone de fibras de celulosa, que hacen que el material sea fuerte mientras se estira, infundidas con alcohol polivinílico que le ayuda a recuperar su forma original.
El equipo modificó su método de fabricación, ahora lo recocieron como si fuera vidrio, lo que provoca una mayor formación de cristales en la red de polímeros. Dando como resultado final un hidrogel con una resistencia a la tracción (al estiramiento) de 51 megapascales (MPa) y una resistencia a la compresión (a la presión) de 98 MPa. Esto supone un 26 % más de resistencia a la tracción y un 66 % más de resistencia a la compresión que el cartílago natural. Además es cinco veces más resistente a la tracción y dos veces más resistente a la compresión que otros hidrogeles fabricados por congelación y descongelación.
En otras pruebas, el equipo utilizó una máquina para frotar su cartílago artificial contra el natural un millón de veces, bajo una presión similar a la que sufre la rodilla al caminar. Y de nuevo, la versión artificial demostró ser tres veces más resistente al desgaste que el cartílago natural. Realmente loos hidrogeles han sido difíciles de anclar al hueso en una articulación de rodilla, por lo que el equipo también experimentó con un dispositivo implantable para solucionarlo. El hidrogel se cementa y sujeta a una base de titanio, que luego se fija a un agujero dejado por el cartílago dañado.
El dispositivo tenía una resistencia al cizallamiento de 2 MPa, que es un 68 % más fuerte que el agarre del cartílago natural al hueso.
Los investigadores afirman que los implantes fabricados con este material se están probando actualmente en ovejas, y que los ensayos clínicos en humanos se llevarán a cabo en abril de 2023 esperando de muy buenos resultados.