Si eres de alma curiosa, alguna vez te habrás preguntado sobre la digestión del elote y por qué no ocurre como con el resto de los alimentos. De hecho, no me dejarás mentir en que te has cuestionado sobre tu forma de comer o masticar, pero ¿por qué el elote no se digiere bien? Aquí resolvemos tu duda, ojo, si estás comiendo guárdalo para más tarde.
No se necesita ser mexicano para amar el elote, sin embargo, no negaremos que en México tenemos un lazo muy cercano con este alimento. El maíz es base de nuestra alimentación y el elote (maíz fresco) es también una parte importante, tanto incorporado a diferentes platillos, como en lo que consideramos comida callejera y un snack perfecto para pasar la tarde.
Son pocos los que le dicen no a un elote, entero o en esquites, con mayonesa y queso o sólo limón, asado o cocido, de grano grande o normal, amarillo o blanco... Pero sin importar como lo comas, siempre llega el momento de la digestión y la pregunta del millón: ¿por qué el elote sale entero en nuestras heces?
¿Por qué el elote no se digiere?
No eres el único que se lo pregunta y la respuesta es más sorprendente de lo que podríamos creer. En primer lugar, debemos decir que, de acuerdo a la Universidad de Idaho, el elote o maíz, está incluido dentro del grupo de verduras con almidón, lo cual no sólo le proporciona 3 veces más carbohidratos que las verduras sin almidón, sino que los almidones son fáciles de digerir... ¿entonces?
En realidad, lo que llegamos a ver en nuestras heces, no son los granos de elote enteros, sino únicamente la “cascarita”, así lo señala el sitio de difusión científica Live Science. La capa exterior del elote, sirve para protegerlo del clima, plagas y hasta el transporte, por lo cual es excelente que sea difícil de descomponer, incluso para nuestro poderoso estómago y sus ácidos.
La razón es que está hecho de una fibra resistente llamada celulosa y nuestro organismo no cuenta con las enzimas o bacterias intestinales adecuadas para digerirla. La buena noticia es que esta capa sólo constituye alrededor del 10% del elote, lo que nos deja un 90% de componentes nutritivos aprovechables.
Pero yo lo he visto salir completo”. Lamento decirte que no, lo único que desechaste fueron las “cascaritas”, las cuales se rellenaron de materia fecal. No quieres más detalles, ¿cierto?
¿Hay una forma de evitarlo? Sí, procesarlo. Si lo mueles y lo incorporas en una crema, sopa, incluso pastel o tamalitos dulces, será más fácil digerir esas moléculas de fibra complicadas, aunque también le estarías agregando otras calorías e incluso quitándole la parte de la fibra que lo hace excelente para la digestión.
Propiedades del maíz
Si bien puede resultar un poco extraño, en realidad no hay nada de malo o alguna contraindicación médica por no digerir la “cascarita” del elote. Así que, a menos que sufras de malestar estomacal al comerlo o sufras alguna alergia, no hay razón para alejarte de él y mucho menos de sus propiedades.
Su riqueza en carbohidratos, hace al maíz un alimento que ayuda a mantener tu nivel de saciedad por más tiempo, además de contener una elevada proporción de proteínas. Sin embargo, al no ser del todo asimilables por el organismo, es mejor combinarlas con verduras, legumbres, carnes, huevos y/o lácteos.
Otra de sus propiedades es su contenido de vitaminas del grupo B, que ayudan al proceso para obtener energía de nuestros alimentos y cuya deficiencia puede contribuir a la aparición de enfermedades.
Asimismo, de acuerdo al Sistema de Salud de Mayo Clinc, el maíz nos prové de minerales como zinc, magnesio, cobre, hierro y manganeso, además de ser una buena fuente de carotenoides antioxidantes (más presentes en el maíz amarillo o dulce), luteína y zeaxantina, que coontribuyen a la salud de nuestros ojos.
Eso sí, al ser rico en almidón, es importante no excederse, en especial si padeces diabetes o estás cuidando tu consumo de carbohidratos.
Increíble, ¿no? Estoy segura que a partir de ahora no verás a los granos de elote de la misma forma. Aunque quizá también sientas alivio de que no hay nada malo contigo ni tu digestión y te den más ganas de comer un elotito para celebrar que puedes digerirlo sin problemas. ¿Quién invita?
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