La alimentación correcta y equilibrada, así como el conjunto de hábitos saludables, son factores que deben perdurar en la vida de la población para lograr una inmonutrición y hacer frente a cualquier enfermedad infecciosa, advirtió la Maestra en Nutrició Clínica Elizabeth Rivera.
En el marco del Día del Nutriólogo que se celebra en México cada 27 de Enero, la especialista en nutrición Elizabeth Rivera explicó que la salud y la importancia de fortalecer el sistema inmune en la población ha tomado toda la relevancia ante un contexto de dos años de pandemia, que ha registrado un récord de muertes a nivel mundial ocasionadas por el COVID-19.
Como se sabe, las personas con obesidad, enfermedades crónicas y relacionadas con procesos inflamatorias, han sido las más vulnerables.
Bajo estas circunstancias, el nutriólogo se ha convertido en un aliado indispensable para reforzar la prevención y tratamiento médico contra el SARS-COV2, y se ha comprobado que una alimentación adecuada, proporciona ciertos nutrientes que contribuyen a mejorar y potenciar correctamente el sistema inmunológico en todas las etapas de la vida.
“Aún cuando se tiene la vacuna, si el sistema inmune se encuentra vulnerable, es posible contagiarse de COVID-19”, dijo.
Dado a la importancia de la alimentación en el bienestar de la población, en nutrición existe una rama de estudio llamada inmunonutrición, la cual estudia los beneficios que tienen ciertos nutrientes y componentes bioactivos en la dieta y su impacto directo sobre el sistema inmune y en disminuir la inflamación.
Indicó que la alimentación de cada persona debería tener un seguimiento desde su gestación, es decir, desde antes que nazca una persona, la madre embarazada, debe tener una nutrición adecuada, porque la nueva generación necesita tener ciertas características para prevenir todas estas enfermedades degenerativas que existen.
Para incorporar a la alimentación de las personas macronutrientes, micronutrientes, y compuestos bioactivos, así como metas y estrategias que pueden permanecer en forma indefinida en la vida, el nutriólogo personaliza la dieta de cada paciente de acuerdo a la edad, el índice de masa corporal (IMC), sexo e historia genética.
“No se trata de crear un plan por cierto tiempo, sino que se generen cambios en los hábitos saludables para toda la vida y con ello prevenir cualquier enfermedad, entre ellas las de inflamaciones agudas de bajo grado, tales como sobrepeso u obesidad”, dijo.
Reiteró que una nutrición saludable, consiste en incluir todos los días una variedad de alimentos en la dieta, tales como verduras, frutas, cereales integrales, alguna porción de alimentos de origen animal (carne de res, pescado, pollo) y cocinar los alimentos con aceite vegetal, y consumir entre un litro y medio y dos litros de agua. Muy importante evitar alimentos procesados con exceso de sodio, grasas saturadas y azúcares.
Indicó que es muy importante considerar en la dieta antioxidantes. Los antioxidantes ayudan a prevenir infecciones virales, son el grupo de vitaminas vitamina A, C y E y el selenio -un mineral pero que está dentro del grupo de los antioxidantes-. Todas las frutas y verduras pueden proveer de antioxidantes, sin embargo, existen algunos alimentos con mayor actividad antioxidante tales como el arándano, manzana, uva roja, fresa, melón, ciruela, brócoli, espinaca, calabaza, rábano, por mencionar algunos.
Recomendó el consumo de bioactivos, ya que se sabe que estas sustancias tienen propiedades anticancerígenas y de prev…