Los trastornos de la alimentación pueden causar diversas complicaciones, algunas de las cuales son potencialmente mortales. Cuanto más grave sea o más dure el problema de alimentación, más probable es que presenten complicaciones graves de salud, pensamientos o conductas suicidas, problemas con el crecimiento y el desarrollo, consumo de sustancias, problemas laborales.
Los trastornos de la alimentación son afecciones graves que se relacionan con las conductas alimentarias que impactan negativamente en la salud, las emociones y la capacidad de desempeñarte en el ámbito laboral y social. Los más frecuentes son la anorexia, la bulimia, y el trastorno alimentario compulsivo.
Por lo general, las personas que sufren de un trastorno de la alimentación tienden a fijarse excesivamente en el peso y la imagen corporal, lo que condiciona conductas alimentarias de riesgo. Estas conductas tienen una repercusión considerable en la capacidad del cuerpo para obtener la nutrición adecuada; los trastornos de la alimentación pueden causar daños en el corazón, el aparato digestivo, los huesos, los dientes, la boca, y derivar en otras enfermedades.
Suelen manifestarse en la adolescencia y los primeros años de la adultez, los síntomas varían en función del tipo de trastorno de la alimentación. Personal especialista de la Clínica Psiquiátrica “Dr. Everardo Neumann Peña” ha detectado en lo que va del año siete casos relacionados a los trastornos de la alimentación, lamentablemente, muchas personas que sufren este tipo de trastornos pueden creer que no necesitan tratamiento o bien no reconocen que sufren un trastorno de la alimentación y no buscan ayuda.
Las señales más frecuentes que permiten indicar la presencia de un trastorno de la alimentación pueden ser: cambios radicales en la conducta alimentaria, tristeza, ansiedad acompañado de preocupación excesiva por el contenido calórico de los alimentos, dejar de comer, aislamiento, no comer en público, autoestima baja, preocupación excesiva sobre el peso, distorsión en la autopercepción física, hablar recurrentemente sobre métodos para bajar de peso, mirarse con frecuencia al espejo para ver defectos, atracones de comida o comer grandes cantidades de dulces o alimentos grasos, utilizar laxantes o productos herbolarios para bajar de peso, bajar o aumentar de peso abruptamente, ejercitarse en exceso y vomitar frecuentemente.
El tratamiento de un trastorno de la alimentación incluye un enfoque de equipo multidisciplinario donde participan médicos generales, endocrinólogos, ginecólogos (en su caso), psicólogos, psiquiatras y nutriólogos.
Puede ser algo difícil de controlar o de superar solo, ya que prácticamente pueden tomar el control de tu vida.