Según la Secretaria de Salud del Gobierno de la República Mexicana en 2020, se estimó una incidencia de más de 2 millones de casos de cáncer de pulmón en el mundo y alrededor de 1.8 millones de muertes por esta causa. Mientras que, en México, se registraron 7 mil 811 casos nuevos y 6 mil 733 muertes por cáncer de pulmón.
Antes de la pandemia, en San Luis Potosí, la principal causa de morbilidad hospitalaria entre la población menor de 20 años era el cáncer de órganos hematopoyéticos (63.2% de las mujeres y 58.2% de los hombres). Aquí también se encontraban los de pulmón.
Existen dos graves situaciones que sobre todo afectan a los mexicanos, que es el consumo de tabaco y el uso de anafres. Estos dos problemas provocan que más de seis mil, pierdan la vida ante este fenómeno que muchos consideran de salud pública.
El cáncer de pulmón es una enfermedad provocada por tabaquismo, inhalación de humo y polvos tóxicos que, en etapas iniciales, no genera síntomas, lo que provoca estadios más avanzados que comprometen el estado de salud e incrementan la mortalidad en la población.
Se caracteriza por una formación patológica de células de los tejidos que recubren los conductos de aire que, al multiplicarse descontroladamente, tienen la capacidad de dañarlos y diseminarse a otras zonas del cuerpo (metástasis).
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud, existe una alta representatividad y probabilidad de mortalidad, sobre todo en varones mayores de 50 años.
Existen dos grupos de esta patología: el cáncer de pulmón microcítico (células pequeñas), que suele ser más agresivo por su avance rápido y de fácil diseminación; y el no microcítico (células no pequeñas), que representa entre 80 y 85 por ciento de los casos.
Al parecer en etapas tempranas no se desarrollan síntomas, conforme evoluciona puede generarse tos persistente (algunas veces acompañada con sangre), dolor torácico, sonido involuntario en la respiración o dificultad respiratoria (disnea). En estados más avanzados, cansancio o debilidad, problemas para tragar, malestar en los huesos y dolor de cabeza son síntomas que no deben subestimarse, sobre todo si existen factores de riesgo.
El índice tabáquico se refiere al impacto que tiene el tabaquismo en el desarrollo de la enfermedad, pues el consumo de cigarros con filtro requiere inhalación más profunda, que propicia una afección más periférica.
Además, estar expuesto a polvos inorgánicos como asbesto o sílice (presente en productos como ladrillos, vidrio, cerámica, yeso, granito concreto o limpiadores), potencializa la presencia de esta patología.
La exposición al humo de leña, carbón o petróleo por 100 horas al año aumenta el riesgo; asimismo, vivir en ciudades con contaminación atmosférica y con enfermedades pulmonares crónicas previas. Por ello, como acto preventivo para un diagnóstico temprano se recomienda un estudio de espirometría para evaluar la función pulmonar y descartar padecimientos mayores.
En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hay personas expertas en neumología, cirugía de tórax, oncología médica y quirúrgica, radiología y patología que se reúnen con el objetivo de dialogar sobre el mejor diagnóstico para potenciar el tratamiento oportuno y eficaz.
Pues indican que se requiere una correcta historia clínica. En el organismo, el primer contacto se hace con medicina familiar y después en neumología se pueden solicitar estudios de imagen (tomografía contrastada) donde se ve el tamaño y extensión de la lesión.
Se pueden indicar estudios como radiografía de tórax, tomografías computarizadas e imágenes de resonancia magnética para identificar el interior de los pulmones; sin embargo, para detectar mutaciones genéticas e identificar el tipo de cáncer que se está desarrollando se analizan muestras del tejido pulmonar para evaluar la opción terapéutica más conveniente.
Hay cirugías, quimioterapias, radioterapias o una combinación de éstas, y cuando se detectan mutaciones genéticas de células cancerosas en pulmón existe la terapia biológica dirigida (inmunoterapia,) que mejora el sistema inmunitario y ayuda al cuerpo a disminuir la proliferación de células patógenas.