Norteamericanos y mexicanos, son los peluches que se comercializan en la entidad y a diferencia de lo que muchos puedan pensar, la venta de estos muñecos afelpados atrae a gran cantidad de clientela.

Francisco Cruz Rentería, propietario de “Aquí está el detalle”, ha encontrado en la venta de peluches una manera de subsistir y sacar adelante a su familia desde hace 25 años.

Ositos, pulpos, monstruos y unicornios están en cada rincón de su negocio, donde pareciera que la tierna mirada de estos personajes hipnotiza a cualquiera que entra a este lugar en busca de un detalle especial.

“Manejamos mercancía de acuerdo a lo que esté de moda y temporada. En cuestión de personajes traemos lo que ven los niños y adolescentes, en la tele y en el cine. Pero el peluche que tenemos que tener “de ley” son los ositos”.

La calidad de este tipo de mercancía varía y Francisco menciona que, con el transcurrir de los años el material ha ido mejorando. “Lo que traemos de Estados Unidos sin duda tiene una calidad superior. Antes sólo surtíamos el hecho en México, pero con los años este rubro se ha aperturado también a marcas y productos extranjeros de calidad superior debido a los protocolos de manufactura más estrictos que se tienen en otros sitios respecto a este tipo de artículos”.

En ventas, en todos estos años lo que no ha cambiado es la búsqueda de ositos por parte de la clientela, pues se sabe que este tipo de peluches, son un elemento simbólico del cariño y amor que una persona puede profesar hacia una pareja o amistad.

Son los que más comercializamos y los hay en diversas presentaciones. Los más comprados son los de tamaño mediano, pero manejamos miniatura, pequeño, mediano, grande y extragrande. Este tipo de artículo, es más comprado por los novios y pretendientes. Es una costumbre que no se pierde después de tantos años, aún hay jóvenes que buscan conquistar a mujeres con un bonito detalle, como lo es regalar un oso de peluche

De las dinámicas que se han transformado entorno al uso y compra de peluches, es que hoy, los de tamaño gigante son regalados en los eventos de XV años para evocar la inocencia del/ la adolescente. “Aún se estila regalar la última muñeca, pero muchos buscan también regalar un último peluche. Llama la atención porque hay unos que pueden llegar a medir el doble que una persona promedio, son ostentosos y por muchos son considerados el regalo ideal para este tipo de celebraciones”.

En gustos hay de todo subraya Francisco, pues “Los niños y niñas buscan a su caricatura favorita, y la gente adulta busca un detalle, un regalo o incluso algo que llevar con ellos para adornar algún espacio”.

Actualmente la venta de peluches ha tenido pequeñas repercusiones por la crisis sanitaria que se enfrenta por el Covid-19, sin embargo, quienes se dedican a la venta de este tipo de productos se han tenido que aperturar a ofrecer otro tipo de mercancía.

Por ejemplo, hemos tratado de estar al día con lo que se pone de moda. Checar qué está causando furor con la gente joven o población infantil, también hemos traído mercancía para esta época decembrina. Ahora vendemos también pantuflas de peluche con diferentes personajes y algunos monos de felpa que se han hecho virales en el internet. La cuestión es tener lo que la clientela busque y pida

Este comerciante refiere que vender peluches tiene sus ventajas, pues como es muy extenso en materiales, formas y tamaños la clientela siempre busca comprarlos. “Por ejemplo en este año si bajó un poco la clientela, pero era de esperarse por todo lo que ha acontecido en nuestro país y en el mundo. Afortunadamente muchas personas aún siguen adquiriendo peluches, tal vez no como se quisiera, sin embargo, hay gente que viene y compra”.

Los peluches pueden adquirirse a diferentes precios y el costo dependerá de la marca, personaje y tamaño del mismo. El peluche más económico se puede adquirir desde los 50 pesos y el más costoso -en algunos casos-, llega a costar más de 3 mil pesos.

Ciertamente la venta de peluches no ha quedado en el pasado, pues aún hay clientela que busca ofrecer detalles significativos a las personas queridas de su vida, y eso es lo más gratificante para Francisco.

Sabemos que con los peluches se ha hecho feliz a infinidad de quinceañeras, niños, niñas, parejas e incluso personas mayores. Empezamos como todos, con gran variedad de mercancía, pero el peluche se vende bien, atrae a la clientela y lo mejor de todo, no pasa de moda

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