Dile si al cambio de hábitos en tu vida con la nutrióloga Diana Laura
¿Deberíamos preocuparnos de la reciente detección de casos de “hongo negro? Para encontrar una respuesta es necesario saber a qué nos enfrentamos y si nos encontramos entre las personas vulnerables a contraerlo.
A su mención, a la mente acude la siguiente imagen: manchas oscuras que impregnan las paredes del baño o cuartos del hogar. Una visión que tiene algo de real y otro tanto de sugestión. Se trata de una infección micótica o también llamada mucormicosis.
Los hongos que producen esta afección son los denominados “mucorales”: Rhizopus, Rhizomucor y Muco.
Síntomas del “hongo negro”
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social describe los siguientes:
• Ennegrecimiento facial (alrededor de la nariz)
• Congestión nasal
• Sangrado nasal
• Hinchazón de ojos
• Problemas de visión
No obstante estas señales pueden variar, debido a que la mucormicosis involucra lo siguiente:
1. Infecciones en los senos paranasales y el cerebro llamada . Puede causar coágulos de sangre que obstruyan los vasos del cerebro.
2. Infección pulmonar. Se puede dispersar a la cavidad torácica, corazón y cerebro.
3. Infección gastrointestinal, de piel y riñones.
Por lo anterior se genera las siguiente señales:
• Formación de costras oscuras en la cavidad nasal
• Fiebre
• Dolor de Cabeza
• Tos
• Tos con sangre
• Dificultad al respirar
• Vómito con sangre
• Diarrea
¿Quiénes están en riesgo de contraer el “hongo negro”?
El “hongo negro” no es una enfermedad nueva, aunque sí rara. Suele atacar a personas con un sistema inmune debilitado, como es el caso de quienes sufren de Sida, quemaduras, diabetes, leucemia, uso prolongado de esteroides y mala alimentación.
A últimas fechas esta infección se ha presentado en pacientes que han contraído Covid-19, y la razón es la misma que la del párrafo anterior, tienen un sistema inmunodeprimido, es decir vulnerable.
De acuerdo al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social la mucormicosis tiene una mortalidad del 30% a 50%, y puede dejar secuelas graves en el cuerpo.
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