A nivel mundial, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), representa junto con las demás enfermedades respiratorias crónicas, las primeras causas de enfermedad, muerte y discapacidad. Se situó en 2019 como la tercera causa de muerte con 3.23 millones de defunciones.
En México, en 2018 se registraron 193 casos por cada 100 mil habitantes y la mayoría de las defunciones se presentaron en el hogar.
La EPOC es un padecimiento crónico degenerativo que provoca inflamación de las vías respiratorias dificultando la entrada y salida del aire limitando la respiración. Dentro de los síntomas principales que pueden indicarnos la presencia de esta enfermedad se encuentran la sensación de falta de aire, sobre todo al realizar ejercicio, tos con o sin flema y uno de los más característicos, el silbido en el pecho.
Por eso, la Organización Mundial de la Salud, OMS, en conjunto con la Iniciativa Mundial contra la EPOC, tiene como objetivo concientizar a la población en general, al personal sanitario y a los tomadores de decisiones sobre la importancia de prevenir, diagnosticar y tratar esta enfermedad.
Por eso, los Servicios de Salud de San Luis Potosí, han mantenido en el año 2022 acciones de capacitación a personal médico y de enfermería de primer y segundo nivel de forma presencial y virtual buscando tener una mayor cobertura de difusión tanto en el sector público como el privado para que la población tenga acceso a atención médica con personal capacitado y actualizado en estos temas.
Si a los anteriores síntomas se agrega la exposición a factores de riesgo como el tabaquismo, respirar humo de leña con frecuencia, exposición a partículas de polvo y contaminantes ambientales, se recomienda acudir a revisión médica para obtener un diagnóstico oportuno y comenzar un tratamiento que si bien, no es una enfermedad curable, si limitará que esta progrese y se complique.
Es importante, que la población que está diagnosticada, mantenga una alimentación balanceada, tome de forma correcta su tratamiento, realice actividad física en medida de sus posibilidades y mantener actualizado su esquema de vacunación contra influenza y neumococo para limitar las complicaciones que pudiera tener el adquirir esas enfermedades que pueden ser mortales.