/ lunes 15 de febrero de 2021

Enamorado, roto o enfermo, ¿Cómo está tu corazón?

Cuida su salud y prevén enfermedades. Dile si, al cambio de hábitos en tu vida con la nutrióloga Diana Laura

Es común hablar del corazón en modo romántico: nos enamoramos, nos rompen el corazón… Pero a veces olvidamos que este órgano es muy importante y de su salud depende mucho nuestra salud general

Mucho escuchamos sobre las enfermedades cardiovasculares, los infartos y demás problemas cardíacos, sin embargo, pensamos que eso no nos pasará a nosotros y la importancia de cuidar nuestro corazón y prevenir enfermedades, así como el cómo enfrentarnos a esta pandemia.

¿Cuál es el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la mortalidad? las cuales son la causa número 1 de muerte en todo el mundo y México no es la excepción.

Hablando de la población adulta, 1 de cada 3 defunciones está relacionada con estas enfermedades, como el infarto agudo de miocardio, accidente cerebral vascular y la muerte súbita relacionada con causa cardiovascular.

En ese sentido, en el contexto de la pandemia de covid-19, estas enfermedades han tenido un peso muy importante. Esto porque si bien padecer una enfermedad metabólica o cardiovascular no aumenta tu riesgo de contagio, en caso de enfermar de covid, sí existe más posibilidad de complicarse a nivel cardíaco y generar insuficiencia cardíaca, trombosis o isquemia aguda.

Por eso es que se insiste no sólo en el tratamiento adecuado, sino en la prevención, la medicina actual ha cambiado de ser curativa a ser preventiva, pues es menos invasivo y costoso.

Eso significa llevar un estilo de vida saludable e identificar, y tratar, los factores de riesgo, como son el sedentarismo, la dieta inadecuada, el estrés crónico, fumar, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes mellitus, entre otros. De igual modo, es importante realizar chequeos que nos permitan prevenir y detectar estas enfermedades. Se recomienda que, en general, los hombres los realicen a partir de los 40 años y las mujeres después de los 50 o 55 años, pero también si tuviste una menopausia temprana o te extirparon los ovarios, pues en esos casos se pierde el factor protector de las hormonas femeninas.

Del amor y el corazón: ¿existe el síndrome del corazón roto?

Hablamos de corazón roto de manera romántica y sentido figurado, sin embargo, se ha demostrado que el síndrome del corazón roto existe. Esto se confirma donde originalmente se consideró que es en Oriente, aunque posteriormente se identificó que no es exclusivo de esta parte del mundo.

Esta afección se encontró originalmente en individuos sometidos a un gran estrés, quienes tenían dolores en el pecho y se identificaba una forma, como una cintura en el ventrículo izquierdo, lo cual se asociaba a insuficiencia cardíaca, daño, dolor del pecho e incluso infarto del corazón y muerte cardíaca. Sin embargo, si se detecta y se resuelve la causa, puede curarse completamente.

¿Cómo afectan la ansiedad, el estrés y la depresión a nuestro corazón?

Aunque no lo creas, los factores psicológicos pueden influir de manera importante en la salud de tu corazón, por eso es importante estudiar y atender trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, los cuales, aunque antes se creía eran independientes, hoy se sabe que pueden coexistir en un individuo. ambas condiciones se han asociado con enfermedades cardiovasculares.

Por ejemplo, un paciente que tiene un infarto del corazón y padece depresión, aumenta su mortalidad, mientras que alguien con ansiedad tiene mayor riesgo de hipertensión arterial, hiperactividad simpática, arritmias cardíacas, en especial rápidas, así como la posibilidad de sufrir un infarto del corazón y muerte cardíaca. Lo que nos da una razón más para cuidar nuestra salud mental.

¿Cuáles son las señales de alerta de una enfermedad cardiovascular?

La importancia de entender que estas enfermedades no siempre se manifiestan, por lo que ser asintomático no necesariamente significa estar sano.

Por eso es importante no esperar a que te duela el corazón, no poder respirar o tener el cuerpo paralizado, para hablar de una angina de pecho, insuficiencia cardíaca o accidente vascular cerebral.

Por lo tanto, al existir el riesgo de no haber síntomas, es importante enfocarnos en la prevención y detección a tiempo, en especial si te enmarcas dentro de los factores de riesgo.

¿Cómo ha repercutido la pandemia en las enfermedades cardiovasculares?

En definitiva, la pandemia vino a dar un giro de 360° a nuestras vidas. En ese sentido, ha llevado a una reducción en los tratamientos, sobre todo de enfermedades crónicas, derivado del miedo a salir, la saturación de los servicios de salud, la imposibilidad de tener una tranquilidad o seguridad al acudir a una revisión o valoración médica.

Eso ha llevado a un deterioro de las enfermedades crónicas y eventos cardiovasculares mayores. Frente a esta situación, el médico recomienda seguir con tu tratamiento y todas las recomendaciones, es decir, además de tomar tus medicamentos, llevar un estilo de vida saludable, pues el medicamento es sólo la mitad.

Y, si pese a esto, detectas un pulso en reposo acelerado, una presión arterial o glucosa alta, o no te sientes bien, es importante hablar con tu médico para ver si es factible que te dé una consulta o te valore… o buscar una forma de atención, siempre con las medidas preventivas y cuidados pertinentes.

Esta recomendación es muy importante, no la dejes pasar. Sabemos que lo que menos queremos, es acercarnos a un hospital de no ser que se trate de una emergencia, pero por querer prevenir un contagio de covid, podemos provocar una complicación en otros niveles y si bien se ha visto una reducción de casi el 40 por ciento de pacientes que se presentan a los servicios de urgencia con infartos del corazón, también se ha disparado la mortalidad extra hospitalaria.

Esto significa, que pacientes sufren un evento cardíaco, como una crisis hipertensiva o un infarto, pero no acuden al hospital y tienen complicaciones serias o incluso mueren en su casa, trabajo o la calle. Para evitarlo, es importante recibir atención, siempre con las medidas de cuidado y prevención adecuadas para la pandemia.

Lo mismo ocurre en el caso de surtirnos de medicamentos, no debemos dejar de hacerlo y no tomarlos por miedo a salir, sino buscar alternativas, como alguien que pueda ir por ellos y llevárnoslos o acercarnos a los servicios de entrega a domicilio para poder continuar con nuestro tratamiento.

5 medidas básicas para llevar un estilo de vida saludable

Llevar un estilo de vida saludable, puede ayudarnos a prevenir o retardar le presentación e instalación de enfermedades crónico degenerativas. Para lograrlo, es importante seguir estas 5 medidas:

Dieta adecuada en cantidad y calidad: consumir las calorías que requiere nuestro organismo a través de una dieta saludable y dieta variada; reducir la sal, azúcares y grasas saturadas.

Evitar el sobrepeso y obesidad. Medir con una cinta métrica donde terminan las costillas: en el hombre, debe ser menos de 90 centímetros, y en la mujer, menos de 80 cm. Tener arriba de estos valores, incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular y alteraciones metabólicas.

Hacer ejercicio de forma cotidiana.

No fumar o dejar de fumar. El fumar no sólo afecta los pulmones, también triplica el riesgo de un infarto y muerte cardíaca, y multiplica por 20 el riesgo de cáncer.

Evitar el abuso de alcohol. Un consumo moderado de alcohol, significa hasta 2 copas al día de vino para los hombres y, en la mujer, no más de 1 copa al día.

Leer más de El Sol de San Luis

Es común hablar del corazón en modo romántico: nos enamoramos, nos rompen el corazón… Pero a veces olvidamos que este órgano es muy importante y de su salud depende mucho nuestra salud general

Mucho escuchamos sobre las enfermedades cardiovasculares, los infartos y demás problemas cardíacos, sin embargo, pensamos que eso no nos pasará a nosotros y la importancia de cuidar nuestro corazón y prevenir enfermedades, así como el cómo enfrentarnos a esta pandemia.

¿Cuál es el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la mortalidad? las cuales son la causa número 1 de muerte en todo el mundo y México no es la excepción.

Hablando de la población adulta, 1 de cada 3 defunciones está relacionada con estas enfermedades, como el infarto agudo de miocardio, accidente cerebral vascular y la muerte súbita relacionada con causa cardiovascular.

En ese sentido, en el contexto de la pandemia de covid-19, estas enfermedades han tenido un peso muy importante. Esto porque si bien padecer una enfermedad metabólica o cardiovascular no aumenta tu riesgo de contagio, en caso de enfermar de covid, sí existe más posibilidad de complicarse a nivel cardíaco y generar insuficiencia cardíaca, trombosis o isquemia aguda.

Por eso es que se insiste no sólo en el tratamiento adecuado, sino en la prevención, la medicina actual ha cambiado de ser curativa a ser preventiva, pues es menos invasivo y costoso.

Eso significa llevar un estilo de vida saludable e identificar, y tratar, los factores de riesgo, como son el sedentarismo, la dieta inadecuada, el estrés crónico, fumar, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes mellitus, entre otros. De igual modo, es importante realizar chequeos que nos permitan prevenir y detectar estas enfermedades. Se recomienda que, en general, los hombres los realicen a partir de los 40 años y las mujeres después de los 50 o 55 años, pero también si tuviste una menopausia temprana o te extirparon los ovarios, pues en esos casos se pierde el factor protector de las hormonas femeninas.

Del amor y el corazón: ¿existe el síndrome del corazón roto?

Hablamos de corazón roto de manera romántica y sentido figurado, sin embargo, se ha demostrado que el síndrome del corazón roto existe. Esto se confirma donde originalmente se consideró que es en Oriente, aunque posteriormente se identificó que no es exclusivo de esta parte del mundo.

Esta afección se encontró originalmente en individuos sometidos a un gran estrés, quienes tenían dolores en el pecho y se identificaba una forma, como una cintura en el ventrículo izquierdo, lo cual se asociaba a insuficiencia cardíaca, daño, dolor del pecho e incluso infarto del corazón y muerte cardíaca. Sin embargo, si se detecta y se resuelve la causa, puede curarse completamente.

¿Cómo afectan la ansiedad, el estrés y la depresión a nuestro corazón?

Aunque no lo creas, los factores psicológicos pueden influir de manera importante en la salud de tu corazón, por eso es importante estudiar y atender trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, los cuales, aunque antes se creía eran independientes, hoy se sabe que pueden coexistir en un individuo. ambas condiciones se han asociado con enfermedades cardiovasculares.

Por ejemplo, un paciente que tiene un infarto del corazón y padece depresión, aumenta su mortalidad, mientras que alguien con ansiedad tiene mayor riesgo de hipertensión arterial, hiperactividad simpática, arritmias cardíacas, en especial rápidas, así como la posibilidad de sufrir un infarto del corazón y muerte cardíaca. Lo que nos da una razón más para cuidar nuestra salud mental.

¿Cuáles son las señales de alerta de una enfermedad cardiovascular?

La importancia de entender que estas enfermedades no siempre se manifiestan, por lo que ser asintomático no necesariamente significa estar sano.

Por eso es importante no esperar a que te duela el corazón, no poder respirar o tener el cuerpo paralizado, para hablar de una angina de pecho, insuficiencia cardíaca o accidente vascular cerebral.

Por lo tanto, al existir el riesgo de no haber síntomas, es importante enfocarnos en la prevención y detección a tiempo, en especial si te enmarcas dentro de los factores de riesgo.

¿Cómo ha repercutido la pandemia en las enfermedades cardiovasculares?

En definitiva, la pandemia vino a dar un giro de 360° a nuestras vidas. En ese sentido, ha llevado a una reducción en los tratamientos, sobre todo de enfermedades crónicas, derivado del miedo a salir, la saturación de los servicios de salud, la imposibilidad de tener una tranquilidad o seguridad al acudir a una revisión o valoración médica.

Eso ha llevado a un deterioro de las enfermedades crónicas y eventos cardiovasculares mayores. Frente a esta situación, el médico recomienda seguir con tu tratamiento y todas las recomendaciones, es decir, además de tomar tus medicamentos, llevar un estilo de vida saludable, pues el medicamento es sólo la mitad.

Y, si pese a esto, detectas un pulso en reposo acelerado, una presión arterial o glucosa alta, o no te sientes bien, es importante hablar con tu médico para ver si es factible que te dé una consulta o te valore… o buscar una forma de atención, siempre con las medidas preventivas y cuidados pertinentes.

Esta recomendación es muy importante, no la dejes pasar. Sabemos que lo que menos queremos, es acercarnos a un hospital de no ser que se trate de una emergencia, pero por querer prevenir un contagio de covid, podemos provocar una complicación en otros niveles y si bien se ha visto una reducción de casi el 40 por ciento de pacientes que se presentan a los servicios de urgencia con infartos del corazón, también se ha disparado la mortalidad extra hospitalaria.

Esto significa, que pacientes sufren un evento cardíaco, como una crisis hipertensiva o un infarto, pero no acuden al hospital y tienen complicaciones serias o incluso mueren en su casa, trabajo o la calle. Para evitarlo, es importante recibir atención, siempre con las medidas de cuidado y prevención adecuadas para la pandemia.

Lo mismo ocurre en el caso de surtirnos de medicamentos, no debemos dejar de hacerlo y no tomarlos por miedo a salir, sino buscar alternativas, como alguien que pueda ir por ellos y llevárnoslos o acercarnos a los servicios de entrega a domicilio para poder continuar con nuestro tratamiento.

5 medidas básicas para llevar un estilo de vida saludable

Llevar un estilo de vida saludable, puede ayudarnos a prevenir o retardar le presentación e instalación de enfermedades crónico degenerativas. Para lograrlo, es importante seguir estas 5 medidas:

Dieta adecuada en cantidad y calidad: consumir las calorías que requiere nuestro organismo a través de una dieta saludable y dieta variada; reducir la sal, azúcares y grasas saturadas.

Evitar el sobrepeso y obesidad. Medir con una cinta métrica donde terminan las costillas: en el hombre, debe ser menos de 90 centímetros, y en la mujer, menos de 80 cm. Tener arriba de estos valores, incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular y alteraciones metabólicas.

Hacer ejercicio de forma cotidiana.

No fumar o dejar de fumar. El fumar no sólo afecta los pulmones, también triplica el riesgo de un infarto y muerte cardíaca, y multiplica por 20 el riesgo de cáncer.

Evitar el abuso de alcohol. Un consumo moderado de alcohol, significa hasta 2 copas al día de vino para los hombres y, en la mujer, no más de 1 copa al día.

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