Tal parece que el "jalón de orejas" que la Liga MX le dio a la directiva del Atlético de San Luis por las dos anteriores jornadas de violencia que se vivieron en las afueras del estadio Alfonso Lastras, ante Tigres y América, funcionó.
Previo, durante y posterior al partido de la jornada 15 entre San Luis y Atlas se observó un dispositivo de seguridad más coordinado entre elementos de Seguridad Pública Estatal, Municipal y personal a cargo del estadio, que rindió frutos en un partido considerado de"riesgo medio" ya que entre ambos equipos había antecedentes de violencia.
Parte de este cambio que se observó fue acompañado de un comunicado que horas antes del partido publicó Atlético de San Luis en sus redes sociales dónde manifestaba que habría "tolerancia cero" para aquella persona o personas que alterarán el orden, ya que están trabajando para que la estancia en el estadio sea de disfrute para todos los asistentes y que el fútbol vuelva a ser familiar, tal como lo "ha sido" a través de los años en la capital potosina.
Del dispositivo de seguridad, se hizo un cerco en las calles aledañas con vallas que impedían el paso de vehículos a los alrededores del estadio, solo se podía acceder a pie y aquellos que iban al estacionamiento si podían pasar al estadio con sus vehículos. Se duplicó el número de elementos para esta ocasión, tanto a pie como a caballo y en patrullas.
Así mismo los aficionados del Atlas, un grupo pequeño se les resguardó, a su llegada y salida. Y al ingresar al estadio a todos los aficionados se les revisaron sus pertenencias y se prohibió la entrada de cinturones, alimentos, botellas de plástico, paraguas o sombrillas, mochilas, bolsos, cosméticos, rollos de papel, marcadores, etc.