Extraordinaria la tradicional corrida de Feria del Día de San Luis Rey, en la que Diego Silveti tuvo luz y sombra, pues en su primero fue la peor corrida de la noche y en su segunda, la mejor, con un toro que se pedía el indulto, pero el hijo del Rey David tuvo el valor de entrar a matar y lo hizo con un estoconazo, por lo que le dieron orejas y rabo. El Payo coró dos apéndices y Fermín Rivera una. Toros de Bernaldó, cuatro buenos y dos malos y entrada completa en la monumental El Paseo.
Fermín Rivera con el que abrió plaza lo recibió de verónicas y con la muleta le puso empeño, sacándole una tanda de mucha calidad y los oles se escucharon en el tendido, pero en realidad el toro no traía mucho y decidió entrar a matar, haciéndolo de estocada completa de rápidos efectos para retirarse entre aplausos. En su segundo, toreó elegante de verónicas y se lució en el quite y con la muleta sacó una faena de donde no la había, estuvo muy por encima de su enemigo, pero aún su faena fue incomprendida, pues la gente estaba más concentrada en pedir música que en apreciar lo que hacía Fermín y la comunión entre torero y afición vino hasta ver ese estoconazo de rápidos efectos para que se le premiara con una oreja.
Por lo que se refiere a Octavio García “El Payo”, a su primero lo toreó de verónicas y con la muleta realizó una faena de mucha calidad, aprovechando todo lo bueno que traía el de Bernaldo, haciendo que se escucharan fuerte los oles y con una afición entregada, justo cuando el toro fue a menos, El Payo entró a matar, pero pinchó antes de media estocada y la gente lo sacó al tercio. Pero la justicia divina para El Payo vino en su segundo toro, pues se lució con el capote y con la muleta realizó una gran faena, no tan profunda como en su primer toro, pero lo que es de resaltar es que este astado no era tan bueno como el primero y la culminación fue el estoconazo que hizo rodar al toro patas pa’riba y recibió dos orejas como premio.
Diego Silveti, en su primero recibió elegante de verónicas y se lució con un quite. Con la muleta abrió con el péndulo, pero luego se enfrentó a un toro que no traía nada y para colmo, al entrar a matar pinchó hasta ocho veces y despachó con un descabello para retirarse entre pitos. Con el que cerró plaza Diego salió dispuesto a borrar la faena anterior y salió con una gran entrega, por lo que el público también se lo reconoció y le coreó esa gran faena de valentía, fue un gran toro el de Bernaldó para el que se pedía el indulto pero Silveti entró a matar y lo hizo con un estoconazo por lo que le dieron las orejas y el rabo.