Sin lugar a dudas el deporte más mexicanos de todos es la Charrería, parte importante de la historia de nuestro país, y que tienes sus orígenes a lo largo de la primera mitad del siglo XVIII, para ser exactos un 16 de noviembre de 1619, allá en la Hacienda Santa Lucia, filial de San Javier en lo que es ahora el Estado de Hidalgo, “Cuna de la Charrería”.
Pasaron los años y con ellos fue tomando forma esta actividad, después de varias presentaciones a lo largo de Estados Unidos y París, finales del siglo XIX, el auge de este deporte fue en abundancia, es así como nace el 4 de junio de 1921 la primera asociación en la Ciudad de México denominada “La Nación”.
Es ahí cuando San Luis Potosí no se queda atrás y comienza a formar un pilar importante para este deporte en nuestro país; un grupo de entusiastas charros locales, decide formar la segunda asociación de la Republica bajo el nombre “Club Nacional de Charros Potosinos”, ahora Asociación Potosina de Charros de San Luis Potosí, esto un 29 de abril del ya lejano año de 1923.
Ha todo esto comenzaron a surgir más y más asociaciones; fue por fin que el 16 de diciembre de 1933 se decidió fundar y conformar la Federación Nacional de Charros, que comenzó a darle forma a los reglamentos deportivos y estatutos que a esta la integran hasta la actualidad.
Fue ahí donde se decidió definir las ocho suertes que conforman la faena charra siendo estas la Cala, Piales, Colas, Jineteo de Toro, Terna al Ruedo, Jineteo de Yegua, Manganas a Pie o de Caballo y el famoso Paso de la Muerte; siendo el único deporte que resta puntos al ser mal ejecutada una suerte, lo que puede otorgar puntos negativos al equipo y quedar debiendo para el juez en turno.
El impulso y gusto por este deporte entre los potosino fue creciendo año con año, al grado de que San Luis Potosí fue una de las tres asociaciones junto con Guadalajara y Morelia que comenzaron con la participación de la mujer en la Charrería; pues en otros lugares se abstenían de ir a los ranchos charros por el ambiente bravío y posrevolucionario que existía en ese entonces.
Llegó año de 1936, en ese entonces la Familia de Alba, contaba con un terreno a un costado del Santuario de Guadalupe, que decidió donar al Ayuntamiento capitalino con el objetivo de convertirse en un lienzo para los potosins; el entonces alcalde de la capital, José García Zamora, ordenó la contrición del recito que ahora conocemos como el Lienzo Rancho del Charro.
El coso más antiguo en activo de todo el país para realizar la fiesta charra, abrió sus puertas el 20 de noviembre de 1937; los 3500 lugares establecidos en sus gradas, y que se mantienen intactas hasta la actualidad, registraron un lleno para esta gran inauguración siendo con una corrida de toros la que abriera las actividades, donde participaron las figuras Fermín Espinosa Armillita, Fermín Rivera y Lorenzo Garza.
Actualmente, el estado potosino cuenta con una cantidad importantes de Lienzos Charros a lo largo y ancho de su territorio, entre los que destacan El Refugio, La Labor, El Centenario, Hermanos Núñez, Los Potrillos en Santa María del Río, El Recuerdo, El Refugio y El Sabino en la zona media entre muchos otros.
La mañana del 21 de abril de 2016, quedará enmarcado con letras de oro de este deporte de San Luis Potosí; ya que, en la reunión del pleno ese día, el Congreso del Estado de San Luis Potosí decretó por unanimidad declarar a la Charrería como Patrimonio Cultural Intangible, gracias al interés público de salvaguardar esta actividad.