La Arena Coliseo logró reunir en el año 2013 a un grupo de cinco amigos a quienes les unía un gusto en común, la fotografía, con dos proyectos hermanos estos cinco amigos compartieron por un año y medio su pasión por la foto y la adrenalina de la lucha libre. Tras el cierre de la arena y luego las especulaciones sobre qué pasaría con este recinto, la noche del miércoles 14 de junio, las puertas de esta arena se volvieron a abrir para recibir a los más talentosos luchadores de San Luis Potosí.
En abril de 2013, junto a mis compañeros de escuela Yaraidy y Edgar, nos acercamos a Kukuxklan, un maestro de la lucha libre local quien nos apoyó con una tarea escolar, para ello nos invitó a una función en la Arena Coliseo, la cual pisamos por primera vez porque los tres éramos foráneos. Ahí, entre la magia de la lucha libre, el misterio detrás de la máscara y la furia y pasión de la afición se nos ocurrió crear un proyecto fotográfico para capturar lo mejor de la lucha local.
Así nació Coliseo Oficial SLP, en ese tiempo Curro era quien manejaba la arena y nos permitió la entrada gratis a todas las funciones a cambio de las fotos, que también podríamos vender en el interior. En ese tiempo conocimos a Memo y Roberto “El Mojado”, creadores de El Sabor del Ring; al igual que nosotros, gustaban de la fotografía y el deporte del pancracio. Así emprendimos un camino que nos llevó no solo a conocer la vida íntima de los luchadores, sino todo el ritmo y sabor de este mundo, así bautizamos este grupo de cinco como “El Sabor Oficial de la Coliseo”.
Por ello, es que en diciembre de 2014 la triste noticia del cierre de la Coliseo nos conmovió tanto como a los luchadores y a la afición; las dudas y la incertidumbre sobre qué pasaría con toda esta tradición que nació en 1958 era de lo que más se hablaba en el ambiente luchístico. Que si la había comprado el gobierno, que si sería demolida, que la usarían para un hospital… De todo se decía, y lo que más dolía era una posible demolición.
El adiós de la Coliseo
Para el evento de despedida se organizó una función que logró reunir a los viejos y nuevos talentos de la lucha nacional y local; figuras como Cosaco Loco, Galaxia 79, Kukuxklán, Guerrero Apache y Cirujano, se presentaron en un duelo que perdieron ante Rey Fuego, Gavilán Sr., Mr. Llamas, Centella Inca y Súper Kendor quienes regresaron del retiro para despedir esta arena. Así como los talentos que nacieron en la escuela del ahora fallecido Maestro Cirujano, estaban despidiendo la casa que los vio nacer, Meteoro, Rey Águila, Silver Slam, por mencionar algunos.
Y no podían faltar las dinastías familiares con décadas de herencia luchística que se enfrentaron aquel 07 de diciembre del 2014, La Familia Peluche: Turbo Kid, Destello, X Turbo, acompañados de Steel Angel y Dragón Fury, se vieron las caras ante la Dinastía Azul, Coyote Azul, Coyote Azul Jr., Oro Azul y Rey Diamante, quienes se acompañaron de Creazy King.
Como fotógrafos no solo fuimos testigos de cada llave y contrallave, también convivimos mucho más allá del ring y las máscaras; conocimos a Latin Queen, hija de Cirujano y una ruda nata, a su mamá siempre fiel al deporte apoyando desde las gradas a su hija y esposo. Conocimos a Bogar y su talento en la confección de máscaras y equipos de lucha libre, a su hijo Bogar Jr y su su hija Akira. La Dinastía Azul nos abrió siempre las puertas de su hogar, Coyote Azul y su esposa organizaban las mejores fiestas, no sin antes agradecer a la virgen por las bondades de la salud, el trabajo y los amigos.
También fuimos testigos de historias de amor que nacieron en la Coliseo, como la de Oro Azul y Claudia, de la Dinastía Azul, quienes hoy continúan juntos y muy enamorados, apoyándose en cada nueva etapa que la vida les ha presentado, viviendo juntos la pasión de la lucha libre, descubriendo nuevas arenas y nuevos adversarios.
La lucha libre no murió con el cierre de la Coliseo, pero la tradición, ¿volverá?, la reinauguración de este miércoles ofreció una arena llena, con luchadores de calidad que hoy son los mejores exponentes en San Luis, así como invitados de talla nacional; la afición se mostró entregada al espectáculo y no dejaba de gritar y hasta lanzar uno que otro chiflido contra los rudos, pero aún así, para quien esperaba encontrarse en un viaje en el tiempo hacia los años anteriores al 2014, no lo logró.
Ya no estaba El Campeón para vender botanas, tampoco Cirujano, Steel Fox, ni Vaquero de Texas sobre el ring; los muchos años y la pandemia no dejaron a todos volver a la función de ayer; tampoco volvieron los fotógrafos de Coliseo Oficial ni del Sabor del Ring. No volvió el sonido Misterio ni las famosas periodiqueras.
Sin embargo, aperturar el espacio que por 56 años fue considerado “La Catedral de la Lucha Libre Potosina” ya es un aliento para los espectáculos domingueros en familia, que sin duda, aunque la tradición que se vivía en la antigua arena no será nunca la misma, se formarán nuevos aficionados, nacerán nuevos talentos y vendrán nuevos fotógrafos; pero la mística de la lucha libre, esa nunca se irá.