Al hablar sobre lo sucedido el pasado domingo, Paola Longoria le dio más importancia al hecho de lograr su calificación en singles y dobles a los Juegos Panamericanos Lima 2019, que a la derrota sufrida ante su coterránea Monserrat Mejía, de la que dijo se aprende y se valora porque el nivel competitivo está subiendo.
“Si bien no ha sido nada sencillo cargar con ser la número uno por muchos años, si se ha vuelto un gran reto en el cual desde el día uno que soñé en poder lograrlo, sabía lo que representaría mantener ese lugar, porque me encanta la competencia y saber que el nivel está creciendo el raquetbol, una muestra lo de Chihuahua, pero más que un fracaso, lo tomó como motivación para seguir día con día a para pararme a entrenar, para salir de mi comodidad y enfrentarme a los siguientes compromisos que vienen en puerta, porque le agradezco a Dios por permitirme seguir haciendo lo que tanto disfruto y me apasiona”, expresó.
Agregó que para ella el objetivo de representar nuevamente a México en los próximos compromisos será siempre un orgullo, “pues ya son 14 años como seleccionada nacional y siempre el buscar poner en alto a mi país en cualquier competencia es lo más importante”.
Por último agradeció a todas esas personas que en las buenas y malas están con ella y la apoyan con sinceridad, a pesar de los obstáculos, envidias y malas vibras que de repente recibe.
“Agradezco a mi familia que siempre está conmigo, a mi equipo multidisciplinario por su entrega, tiempo y apoyo incondicional en cada uno de mis entrenamientos porque juntos hemos logrado lo imposible, sin olvidar a mis patrocinadores, novio Raúl Vargas, amigas y fans que siempre están ahí en todo momento con palabras de aliento y felicitaciones sinceras. Nos vemos en Lima, Perú, si Dios quiere dando todo por este hermoso país”.