Terminó invicta, venció a todas las que enfrentó, alcanzó su título 98 y décimo año como campeona de la LPRT. Sin embargo Paola Longoria está convencida que si quiere seguir en la cima varios años más, tendrá que redoblar esfuerzos.
"El nivel cada vez es más alto, la entrega de las jugadoras es increíble, llegar hasta una final se ha vuelto más complicado torneo tras torneo, pero sin duda alguna es el reto que día a día he decidió enfrentar pues esta es mi pasión: el raquetbol".
Ha terminado la temporada, es momento de descansar sólo unos días y luego retomar otra vez la raqueta e ir a la cancha porque se vienen otros retos y metas que cumplir.
"Cerré esta temporada con 98 títulos, nunca me imaginé poder presumir ese número, pero sí puedo asegurar que cada uno me ha costado mucho lograrlo. Me siento feliz y bendecida de cerrar una temporada más invicta, una década ya en la cima del ranking, quizá se escriba fácil pero la realidad es que no lo es".
Sabe que la disciplina y constancia son las claves para alcanzar ese éxito, "el triunfo no solo es un proceso que lleva tiempo y dedicación, exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros, pero también nos enseña que con paciencia los sueños se escriben en la realidad. Detrás de cada título son muchas horas de entrenamientos y sacrificios que a veces pareciera complicado pero cuando logras la corona todo vale la pena".
Sin embargo reconoce que detrás de ella hay un conjunto de personas que la apoyan.